En un comunicado afirman que la propuesta de reforma sufre de «graves carencias democráticas» por su contenido y forma, y recuerdan que, excepto la CUP, el resto de grupos se oponen al proyecto.
Inciden en que los letrados de la cámara han manifestado que un cambio de esa envergadura requiere de un amplio consenso de los grupos y, por eso, exigen el acuerdo entre ellos para acometer una reforma que consideran que, tal y como está planteada, «limita el derecho de los diputados e impide el debate y la presentación de enmiendas» sobre leyes.