Durante su declaración como testigo, ha afirmado: «Dimos indicaciones a la Intervención general de la Generalitat de que había irregularidades y no pasó nada. Lo intentas una vez solo».
Ha reaccionado así a preguntas de la defensa del acusado Jordi Montull, Jordi Pina, de por qué no denunció a la Justicia si vio irregularidades contables y la salida de mucho dinero en efectivo.
Este contable ha constatado que había un circuito paralelo de pago de facturas para empresas como New Letter y Letter Graphic –las que supuestamente facturaron al Palau trabajos realizados a CDC–, Bonoima, Aysen y Auren Ursula –administradas por las esposas de Fèlix Millet y Jordi Montull–.
Sobre por qué los pagos de la Fundación a la Asociación del Palau se hacía en cheques y efectivo y no por transferencia, este contable ha zanjado que nunca preguntó porque en el Palau «no se preguntaba nada. Había una jerarquía absoluta».