La lista de regalos que recibieron los exalcaldes de Pozuelo y Majadahonda continúa alargándose. El cabecilla de la Gürtel Francisco Correa sigue dando cuenta de las »dádivas» que otorgaba a sus colaboradores y ha aumentado a tres el número de coches que «regaló» al exmarido de Ana Mato, Jesús Sepúlveda.
Dos Range Rover y un Jaguar son los coches que según Correa pagó como regalos a Sepúlveda. El primero, un Range Rover blanco que según Correa era para «andar por la playa», le costó en su día medio millón de pesetas. Después de eso le regaló un Jaguar y a cambio de este coche Sepúlveda le entregó un BMW gris.
Cuando consiguió acceder a la alcaldía de Pozuelo, Correa le dio el dinero «en efectivo» para que adquiriese otro Range Rover que, según ha explicado, el exalcalde utilizó para comprar un coche en renting.
Viajes para la familia y fiestas
Correa también ha relatado que los viajes que pagó a Sepúlveda los sufragó con los beneficios que obtenía de las campañas electorales que éste le conseguía porque «era un gran cliente» y «tenía grandes beneficios con las campañas».
«Era una cuenta muy rentable para mi empresa», ha subrayado Correa al precisar que los viajes que le regaló a Sepúlveda se los hizo cuando aún no era alcalde de Pozuelo sino secretario electoral del partido.
La fiscal le ha indicado entonces que existe también una entrada de un viaje a Sepúlveda de diciembre de 2004, cuando este ya era alcalde, y Correa lo ha explicado como «una inercia» para después precisar que en ningún caso los viajes se los regalaba para conseguir trabajos en Pozuelo.
Eran sólamente regalos. «Es de bien nacidos ser agradecidos» dice Correa.
Las fiestas de cumpleaños de los niños
Ha señalado que Sepúlveda era el que le encargaba los viajes y él se los organizaba a través de su agencia y «luego los regularizaba» o bien con dinero de la caja B de Gürtel o «si tenía beneficio mío de la campaña y nos cuadraba, lo hacía así«.
En cuanto a las fiestas de cumpleaños y comuniones que pagó a la familia de Sepúlveda ha dicho: «Se lo regalábamos porque el coste es mínimo«.
Con Sepúlveda cortó relaciones, ha dicho, cuando le encargó a otra empresa una campaña electoral, lo que le pareció una falta de «rigor» y «ética» después de que se había gastado unos 120.000 euros para financiar la campaña electoral de 2003 que le aupó a la alcaldía. «Corté la relación con él, punto pelota».
Entre otros apuntes contables mostrados a propuesta de la fiscal, ha aparecido uno en el que Álvaro Pérez Alonso, «El Bigotes», saca de la caja B 600 euros para Sepúlveda, lo que Correa ha considerado que debía corresponderse a una comida, concretamente en el restaurante La Trainera, al que ha asegurado que el exmarido de Mato «iba un día sí y otro no a comer angulas».
Ana Mato está acusada en la causa como beneficiaria a título lucrativo de las actividades de su marido y declarará como testigo después de que pasen por el banquillo el resto de acusados.