El presunto cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, ha asegurado hoy que con la llegada de Mariano Rajoy a la presidencia del PP cesó su relación con el partido a nivel nacional porque con quien trabajaba su grupo de empresas era con el equipo del expresidente José María Aznar.
El distanciamiento con el PP de Génova, que ha situado entre 2004 y 2005, se produjo, según su declaración, porque el considerado número 2 de la trama, Pablo Crespo, exsecretario de organización del PP en Galicia, «no tenía buena relación con Rajoy». Correa ha declarado esto después de narrar cómo comenzó su relación con el partido en la organización de eventos políticos y asegurar que Génova era hasta entonces «su casa».
Al mismo tiempo, se «enfrió» su amistad con el extesorero del PP Luis Bárcenas, que era su principal contacto entro del partido. Bárcenas le comunicó «con no muy buenas maneras» que no podían mantener la actividad con el partido a nivel nacional.
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Traslada la actividad a Valencia
Por eso, y con la ayuda de Álvaro Pérez Alonso, «El Bigotes», trasladaron la principal actividad del entramado de empresas a Valencia, «con Paco Camps». También tenían ya en esa época negocios en los ayuntamientos de Majadahonda y Pozuelo, sobre los que orbita la trama.
También ha detallado sus vínculos con miembros o gente próxima al PP y entre ellos ha señalado como «intimo amigo» al yerno de Aznar, Alejandro Agag, con quien ha dicho que tenía «una muy buena relación» como se pudo ver en su «famosa boda».
En cuanto a su relación con el exconsejero madrileño Alberto López Viejo ha asegurado que no era muy estrecha pese a un vídeo en el que se le puede ver en el barco de Correa junto a su mujer y el matrimonio Aznar-Agag.
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Los regalos eran «lo normal»
En cuanto a los regalos a políticos del PP, ha insistido en que es una práctica habitual en la empresa privada y ha criticado que se le haya juzgado por la adjudicación del stand de Valencia en Fitur a cambio de una corbata a Camps.
«¿Dónde está el problema?», se ha preguntado Correa, al señalar que grandes firmas españolas como Loewe o el Corte Inglés cuentan con un departamento de regalo de empresas porque es algo «habitual» hacer regalos a clientes.
En Navidad, ha insistido, «todo el mundo regala» cestas o vinos, «pero de ahí a que nuestras empresas trabajaban para hacer cosas irregulares…«.
También se ha referido a los regalos que le hizo al entonces alcalde de Pozuelo, Luis Sepúlveda, que era el marido de Ana Mato y ha admitido que regaló al matrimonio «un coche, viajes para la familia, castillos hinchables, payasos y fiestas».
«Estos gastos que a día de hoy se llaman cohecho no nos suponían apenas coste», ha asegurado.