La ministra de Justicia, Dolores Delgado, atribuye a la «estrategia procesal» consistente en «atacar al Estado» del ex comisario José Manuel Villarejo la filtración de unas conversaciones que mantuvo durante un encuentro con él junto al ex juez Baltasar Garzón y otros mandos policiales. Ha pedido comparecer en el Congreso para explicarlo.
En un comunicado, su departamento respondía así a la información publicada por el confidencial Moncloa.com, que ofrece la grabación de un almuerzo en el que participaron varias personas, incluidos Delgado y Villarejo, en un ambiente de confianza.
«El comisario José Manuel Villarejo se encuentra en prisión provisional como presunto autor de delitos muy graves. Su estrategia procesal es atacar al Estado y sus instituciones. Primero cargó contra la Jefatura del Estado con grabaciones relacionadas con el rey emérito. Ahora ataca al Ejecutivo en la persona de la ministra de Justicia», afirma el departamento que dirige Delgado.
La ministra admite que a lo largo de sus 25 años como fiscal de la Audiencia Nacional «tiene recuerdo de haber coincidido con el comisario (Villarejo) en tres ocasiones junto con otros mandos policiales y cargos judiciales y fiscales».
No obstante, la pasada semana, ante la publicación de la existencia de una anotación de agenda con su nombre entre los papeles que se incautaron a Villarejo, que se encuentra en prisión preventiva en el marco de la Operación Tándem, afirmó que no había tenido relación «profesional» ni «personal» con él más allá de «coincidir en compañía de otras personas, en algún evento».
Sobre este evento en particular, Justicia afirma que «fue convocado por el entonces Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Miguel Ángel Fernández Chico para celebrar la concesión de una medalla al comisario Villarejo por el Ministerio del Interior» y Delgado, que era fiscal, «no estaba invitada, pero acudió acompañando al entonces magistrado Baltasar Garzón a petición de éste».
Precisamente, el comunicado recuerda que Delgado conoce «desde hace 19 años» al ex magistrado, tiempo durante los que «ambos participaron en la desarticulación de cárteles de la droga, comandos de ETA y el entramado institucional de la organización terrorista». «Su amistad es pública y notoria», señala.