Ha asegurado que solo responderá a la Fiscalía Anticorrupción, el tribunal y su abogado defensor, ha agregado que la recibió en 1994 de manos del secretario general de la entidad que le dio a entender que era un complemento retributivo.
Blesa, que presidió Caja Madrid entre 1996 y 2010 se enfrenta a una petición fiscal de 6 años de prisión y multa de 108.000 euros. Gastó de forma directa 436.688,42 euros con su tarjeta black aunque se le reclama una indemnización que abarca la cantidad completa que gastaron sus consejeros y altos cargos durante su mandato, 9,3 millones.
Destinó el plástico al pago de hoteles de lujo –hasta alcanzar una cantidad de 76.642 euros– joyas por importe de más de 6.000 euros y artículos de Louis Vuitton.
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