Según la declaración íntegra del expresidente de Caja Madrid, a la que ha tenido acceso Europa Press, el fiscal le preguntó si Caja Madrid informaba al Banco de España de la totalidad de las retribuciones de los consejeros, a lo que él respondió que la inspección del Banco de España «tenía permanentemente un despacho» en la entidad y, por lo tanto «tiene conocimiento o puede tener conocimiento de todo».
El fiscal replicó que la pregunta no era si el Banco de España tenía acceso a esa información, sino si Caja Madrid se la dio o no. «Creo que hay cosas que al Banco de España no se le cuentan con detalle a no ser que pregunte», contestó Blesa, añadiendo que «seguro» que el organismo regulador conocía las retribuciones de los consejeros y que en estas estarían incluidas las tarjetas B.
El expresidente de Caja Madrid también indicó que la concesión de esas tarjetas era «una práctica habitual, consuetudinaria e institucionalizada» en la entidad desde 1988, antes de que él entrase como consejero en 1994. «Cuando yo llego allí, no pregunto por el fundamento normativo o los acuerdos que respaldan todas y cada una de las actividades que hay en la Caja. Uno admite que estas cosas tienen un fundamento», declaró.
TARJETAS «PARA GASTAR»
Mostrando una actitud esquiva ante las preguntas, Blesa da unas explicaciones que hacen que el fiscal le inste constantemente a precisar. Por ejemplo, cuando señaló que las tarjetas suponían un «complemento retributivo» y que se podía «disponer libremente de ellas para gastos», el fiscal le corrigió –«para gastos no, para gastar»–, tras lo cual Blesa admitió: «sí, para gastar».
En cuanto a la cantidad gastada, Blesa restó importancia dado el volumen de su retribución salarial afirmando que «la cantidad dispuesta, con tarjeta, siendo una cantidad importante, no despreciables, pues tiene un peso específico en el total de las retribuciones y las retenciones que eso supone , que pueden ser de un 2 %, o algo así, porque tenía un sueldo, como acaba de decirme, elevado, y sinceramente, a mi no me llamó nunca la atención».
Al hablar de quién fijaba los límites de gasto de las tarjetas y con qué criterio, el expresidente afirmó que los criterios se actualizaban periódicamente a partir de una propuesta del departamento de recursos humanos que él «daba por buena» y que era elevada al Comité de Medios, que era «el que emitía definitivamente» las tarjetas. Cuando el fiscal pidió que le aclarase si el Comité ejecutaba una orden suya, Blesa manifestó que, más que por una orden, era «a iniciativa» suya, y que él simplemente decía «tramítese».