La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha puesto en libertad a cuatro de los siete detenidos que permanecían en prisión provisional por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua (Navarra), según han informado fuentes jurídicas.
En concreto, la magistrada ha acordado la libertad de Julen Goikoetxea, Jon Ander Cob, Aratz Urrizola e Iñaki Abad, mientras que siguen en prisión sin fianza desde que ingresaran el pasado 15 de noviembre Jokin Unamuno, Oihan Arnanz, y Adur Ramírez de Alda.
«Podrían cometer otro delito»
La juez considera que, una vez finalizada la instrucción y dictado el auto de procesamiento contra todos ellos, es «difícil» que los cuatro que han quedado en libertad puedan ocultar, alterar o destruir fuentes de prueba o que puedan actuar contra bienes jurídicos de las víctimas.
A todos ellos les ha impuesto como medidas cautelares comparecencias en el juzgado más próximo dos días a la semana, la retirada del pasaporte y la prohibición de salir del país.
«No ocurre los mismo», sostiene la juez, con los otros tres jóvenes, de quienes Lamela tiene en cuenta su especial liderazgo y protagonismo en los hechos.
Explica que les mantiene en prisión provisional porque «no puede asegurarse que, de quedar en libertad, estos no vayan a atentar contra bienes jurídicos de las víctimas o incluso cometer actos delictivos«.
Integraban una organización abertzale
Entre ellos, destaca a Jokin Unamuno, quien sería uno de los principales «promotores» del movimiento Ospa Mugimendua en Alsasua -que dinamiza la campaña de la izquierda abertzale «Alde Hemendik» (Fuera de Aquí)-, «en el que estarían integrados el resto de investigados», según la jueza.
Fue el pasado 22 de noviembre, una semana después de tomarles declaración y mandar a siete de los nueve detenidos a prisión, cuando la magistrada procesó a todos ellos por delitos de terrorismo en concurso ideal con delitos de atentado, de odio y lesiones.
«Todos ellos conocían con anterioridad la condición de guardias civiles del teniente y el sargento (agredidos), siendo esta única y exclusivamente la causa por la que fueron insultados y golpeados», destacaba la jueza en el auto de procesamiento, previo a la apertura de juicio oral.
A consecuencia de la agresión, uno de los agentes tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por las lesiones sufridas en una pierna y en la cara, mientras que el otro guardia civil y las parejas de ambos presentaban lesiones, magulladuras y hematomas.