Las jirafas son unos animales que se distinguen por su cuello largo y sus largas y finas patas. Unas patas tan delgadas que a veces puede hacer que nos cuestionemos cómo es posible que no se les rompan al tener que aguantar todo el peso del cuerpo. Un estudio presentado en la ‘Sociedad de Biología experimental’ en Inglaterra, muestra cómo sus patas aguantan todo el peso.
Sus patas son capaces de aguantar pesos de hasta 1.000 kilogramos. Las jirafas están equipadas con unas piezas de tejido conectivo, llamado ligamento suspensor, que les ayudan a sostenerse.
Este ligamento suspensor está hecho de tejido elástico. No necesitan que el músculo intervenga para soportar su peso. Además, como se transmite en el estudio, los investigadores creen que los ligamentos impiden que las articulaciones de sus patas se extiendan demasiado y se rompan.
La metodología de su investigación
Para poner a prueba la fuerza de las patas de las jirafas, los investigadores utilizaron miembros de estos animales que murieron en cautiverio en varios zoológicos europeos o fueron sacrificadas por motivos ajenos a la investigación.
Las patas se fijaron en un marco y se colocó una prensa hidráulica de unos 250 kilos sobre ellas para simular el peso que debe soportar cada miembro. Todas las patas se mantuvieron firmes y rectas, sin el apoyo de ningún músculo, e incluso demostraron que podían soportar más peso sin romperse.
Las jirafas son los animales más altos en el mundo, los machos pueden crecer hasta los 5,5 metros de altura, y sus piernas miden 1,8 metros de altura.
En los seres humanos, los huesos que forman los pies y las manos, llamados metatarsianos y metacarpianos, son pequeños. Pero en las jirafas, estos huesos se alargan y en realidad representan la mitad de la longitud de sus piernas. Los huesos largos tienen una ranura que se une con el ligamento suspensor. El mismo ligamento también está presente en otros animales grandes, de piernas largas como los caballos , pero esta es la primera vez que se ha estudiado en las jirafas.