La decisión ha sido votada en la sesión plenaria del Parlamento, está planificada para el 5 de junio, cuando probablemente se confirmará esta decisión que apoyan todos los partidos políticos de Noruega y por organizaciones ambientales.
La decisión parlamentaria señala que los inversores comprenden con claridad que el carbón «es una mala inversión» además de que «no es ética» y entre las razones para retirar estas inversiones figuran el papel del carbón comi un peligroso causante del cambio climático y el declive estructural del mercado de carbón. Esta última razón se relaciona con las nuevas restricciones para el uso del carbón, principalmente en China.
Según un comunicado de WWF, aún así, el movimiento de desinversión ha «demostrado que puede transformar la forma en que los inversores, los gobiernos y el público ven a los combustibles fósiles».
En definitiva, la ONG destaca que «este hito noruego» propone un reto de alto nivel a los políticos que se reunirán durante el mes de junio en Bonn (Alemania) en junio (para las discusiones climáticas de la ONU) y en Alemania para el G7.
Finalmente, subraya que ahora deben asegurarse de que su ambición por un nuevo acuerdo climático, que será firmado en diciembre, concuerde con las ambiciones del sector financiero. «WWF espera que estas decisiones de retirada de inversión fortalezcan su determinación», concluye la organización.