Elizabeth Truss, secretaria de Medio Ambiente del Gobierno Británico, quiere limitar el uso de las máquinas cortacésped en los campos, entre otras medidas enfocadas a proteger la vida de las abejas y otros insectos polinizadores, que son fundamentales para otras plantas que producen frutos y semillas.
Este martes, la responsable del Department for Environment, Food and Rural Affairs del Ejecutivo de David Cameron ha defendido su propuesta para que el ruido de las cortadoras de césped, uno de los sonidos propios de la primavera y el verano británicos, deje paso al zumbido de la población de abejas de Gran Bretaña cuya existencia debe protegerse.
La idea de Truss es que los jardineros deben dejar que su hierba crezca libremente, especialmente las margaritas y lavandas, que proporcionan el polen vital para las abejas y otros insectos polinizadores. Como es lógico, las zonas que piden que permanezcan salvajes son los márgenes de las tierras de labor, principalmente.
Truss siente que las abejas necesitan estar tan protegidas como los futbolistas de la Premier League: «Su trabajo está valorado en alrededor de 430 millones de libras (550 millones de euros)- cuatro veces los salarios de los 10 mejores jugadores de la Premier League. Al igual que los jugadores de fútbol, que requieren un excelente alojamiento, entrenamiento y la mejor dieta y nutrición para ser los mejores del mundo. Es por eso que estoy asegurando en terrenos con todo tipo de uso que hay suficientes incentivos para facilitar a los polinizadores un habitat, espacio y alimento».
La preocupación británica obedece a las advertencias que organismos internacionales y equipos de investigadores han lanzado ultimamente, acerca del descenso que están sufriendo las poblaciones de abejas en todo el mundo. En concreto, el plan de Truss recoge el dato de que, de las 26 especies de abejorros registradas en el Reino Unido hace 80 años, dos ya están presentes y otras seis se encuentran ahora en un área mucho más pequeña del país. Recientemente, sin embargo, una nueva especie ha llegado y está siendo reintroducida otra.
La responsable de Medio Ambiente británica ha dado a conocer una nueva estrategia a diez años, enfocada a revertir la tendencia en las colonias de abeja y otros polinizadores. Al plan ya se han sumado organismo como el Network Rail, la Highways Agency y la National Trust, que gestionan más de 800.000 hectáreas de tierra en Inglaterra.
«Hay por lo menos 1.500 especies de estos insectos: abejas y abejorros silvestres – ¡pero no nos olvidemos de las polillas, mariposas, avispas, escarabajos (…); todos ellos contribuyen» señala Truss.
El acento principal del discurso de Truss es que tales insectos «son indispensables para nuestra producción de alimentos. Sin esos insectos, no sólo nuestros parques, jardines y el campo serán lugares mucho más monótonos, (sino que) nuestra comida podría llegar a ser menos variada y, en algunos casos, más cara».
La estrategia se enfrenta a los diferentes factores que, se sabe, afectan a los polinizadores: la pérdida de hábitat, las plagas y enfermedades, las condiciones meteorológicas extremas, la competencia de especies invasoras, el cambio climático y el uso de algunos plaguicidas.
Por estas razones, desde el Gobierno Británico piden seguir cinco consejos para apoyar a las poblaciones de abejas.
1- Plante más flores, arbustos y árboles que proporcionan el néctar y el polen que sirve de alimento a las abejas y otros polinizadores durante todo el año.
2- Deje trozos de los campos de cultivo sin segar, permitiendo plantas salvajes como la ortiga y el diente de león para proporcionar otras fuentes de alimentos y servir de criaderos de mariposas y polillas.
3- Corte el césped con menos frecuencia y elimine los esquejes para permitir a las plantas florecer.
4- Evite perturbar o destruir la anidación de insectos que hibernan, en lugares como los márgenes de la hierba, la tierra desnuda, los setos, árboles, madera muerta o paredes.
5 -Piense cuidadosamente acerca de si se debe utilizar pesticidas especialmente donde los polinizadores están activos o anidando o donde las plantas están en flor. Considere métodos de control adecuados a su situación y use pesticidas si es absolutamente necesario.