El esturión chino corre un grave peligro. La agencia estatal ‘Xinhua’ ha alertado que por primera vez desde que se tienen registros, no se han encontrado huevos de este pez en el río Yangtze y los más jóvenes no han sido vistos nadando hacia el mar.
Se estiman que hoy en día viven unos 100 esturiones chinos mientras que hace 30 años se contaban por miles.
Investigadores de este país aseguran que su inminente extinción se debe al aumento de la contaminación de las aguas, la sobreexplotación pesquera y la construcción de presas.
National Geographic asegura que desde la construcción de la pionera presa de Gezhouba en los 80, y las que le han seguido años después, se han convertido en uno de los grandes obstáculos de los esturiones chinos en la ruta río arriba y ha sembrado la duda de su supervivencia.
El esturión chino puede alcanzar proporciones enormes: los especímenes más grandes superan los cinco metros de longitud y los 450 kilogramos de peso. Este titán de aspecto prehistórico tiene forma de tiburón, con grandes aletas pectorales, hocico redondeado y filas de protuberancias pronunciadas que recorren longitudinalmente su espina dorsal y sus costados.
Según National Geographic, las autoridades chinas han emprendido esfuerzos para proteger al esturión, que incluyen restricciones a la pesca y el establecimiento de un área de conservación más abajo de la presa de Gezhouba que sirva como zona de desove alternativa.
También han tratado de recuperar el número de ejemplares de la especie, cada vez más reducido, criando en cautividad millones de alevines y soltándolos en sus aguas nativas. Pero hasta el momento estas iniciativas han dado escasos frutos.
El esturión es una de las especies más antiguas del mundo y por ello queda esperanza, ya que tiene la supervivencia marcada en sus genes. Se cree que ha existido por más de 140 millones de años.