«Ha habido algunas voces que han pedido que se pospusiera (la Cumbre) pero el Gobierno francés lo ha rechazado, porque no se puede permitir que el terrorismo altere nuestros planes y consiga sus objetivos», ha indicado Cañete en una entrevista en RNE recogida por Europa Press.
El Comisario Europeo ha destacado asimismo que «nadie haya cancelado» su asistencia y ha recordado que el día 30 estarán presentes en la capital gala 128 jefes de Gobierno. «Se va a movilizar a toda la sociedad europea, todo el mundo va a estar en París», ha indicado Cañete quien ha admitido también que el Gobierno francés está «replanteandose» la celebración de eventos previstos en la calle «por la imposibilidad de cubrir la seguridad».
Cañete ha incidido en la importancia de la Cumbre del Clima al considerar el cambio climático como «uno de los dos retos que tiene por delante la Humanidad». «Frenar el calentamiento global requiere una tarea permanente y como se está trabajando para dentro de tres generaciones muchos piensan que no hay urgencia pero el impacto para el planeta puede ser terrible», ha añadido.
El dirigente político ha admitido, de hecho, que en España no «se es tan consciente de la intensidad del problema», pero ha explicado que en sus viajes como Comisario ha podido comprobar que «islas del pacífico están desapareciendo y algunos países están comprando tierras en la isla de al lado para poder alojar su población».
En cuanto a la implicación de países como China o Estados Unidos a la hora de limitar las emisiones, ha recordado que cuando se aprobó el protocolo de kioto admitieron compromisos vinculantes 35 países. En esta ocasión, «se han pedido a todos los países que expusieran lo que iban a hacer y más de 167, que representan el 94 por ciento de las emisiones han presentado sus objetivos; los países han dicho qué quieren hacer y se va a poner en marcha esas políticas».
En cuanto a las restricciones de tráfico impuestas en Madrid con motivo de la contaminación ambiental, Cañete ha apuntado la necesidad de «poner límites más ambiciosos para que los fabricantes de coches puedan reducir las emisiones y favorecer los procesos de electrificación del vehículo que está teniendo una implantación reducida y después viene la ordenación del tráfico». En su opinión, es necesario resolver el problema, «pero no con medidas cortoplacisas, sino a largo plazo y cuando se ponen límites a las emisiones hay que cumplirlas a rajatabla sin buscar atajos».