Su carisma y personalidad llevó al Pato Donald a convertirse en una estrella desde su debut cinematográfico; 178 cortometrajes -41 más de los que ha realizado Mickey Mouse-, ocho nominaciones al premio de la Academia, ganador de un premio Oscar y el personaje que ocupa el quinto lugar de los más publicados en el mundo, tan sólo atrás de Superman, Batman, Spider-Man y Wolverine, lo han mantenido como uno de los pilares esenciales de la maquinaria Disney.
El simpático pato que lleva por nombre original Donald Fauntleroy Duck, que viste un traje de marinero, no lleva pantalones, usa un sombrero, lleva corbata de moño roja y tiene una personalidad explosiva. Walt Disney decidió crear en 1934 un personaje en el que pudiera colocar aquellas no tan buenas características de personalidad como el mal carácter y de pronto, el desinterés por el trabajo.
Desde entonces, su espíritu bufón y su fuerte temperamento, le han convertido en un personaje muy querido por los públicos de todas las edades y es todo un ícono de Disney. A partir de estas características, Dick Lundy, el animador encargado de darle vida a Donald en las pantallas, comenzó a desarrollar al pato como un personaje con personalidad propia. El pato siempre ha optado por una actitud desinteresada, en algunos momentos ha sido perezoso y ha tenido que luchar continuamente con su mal carácter y explosivo mal humor.
Tal fue la aceptación del público por el personaje de Disney, que desarrolló un universo alrededor del Donald en donde el pato que viste como marinero tiene una hermosa novia que usa un moño rosa en la cabeza, Daisy. Hugo, Paco y Luis son sus tres traviesos sobrinos, Rico Mc Pato es el tío millonario de Donald, mientras que Ludwing von Pato, también conocido como Perico Librote, es el tío intelectual -y hermano de Mc Pato- de Donald.
Si bien en la mayoría de los cortometrajes y caricaturas Donald mantuvo su personalidad, fueron pocas pero específicas donde el pato tuvo un oficio. En 1942 mientras el ejército Nazi dominaba Europa, Disney lanzó el cortometraje “The Fuehrer’s Face” (“El rostro del Fuhrer”) en el cual Donald aparece con el uniforme nazi trabajando para el tercer Reich, en lo que resulta ser un mal sueño. El siguiente año de su estreno, este trabajo fue galardonado con un premio Oscar como Mejor Corto Animado.
Donald es un personaje con buenos mensajes, que logró una empatía con el público que lo percibe como un ser que fracasa, pero que continúa esforzándose para alcanzar sus metas. En 1984, en el 50 aniversario de su debut cinematográfico, Donald, acompañado por su voz, Clarence Nash, inmortalizó sus patas y su nombre durante la ceremonia que el Teatro Chino de Los Ángeles, uniéndose así al círculo de estrellas de Hollywood.