Este jueves arranca »La Voz Kids» en Telecinco y, por el momento, será la última ocasión en la que veamos a David Bisbal como coach del programa. «Me da mucha pena, este programa me ha dado mucho», decía el cantante durante la presentación de la versión infantil del concurso.
Pero David no descarta volver en una hipotética cuarta edición de »La Voz». «Me encantaría volver en próximas ediciones. Ha sido un sufrimiento pero también ha sido increíble descubrir nuevos talentos y que el equipo se haya convertido en mi familia», comentaba muy emocionado Bisbal.
Y es que sin él nada será lo mismo, ya que el artista ha demostrado ser espontáneo y natural y decir las cosas como las sentía durante las dos ediciones del talent show más exitoso de los últimos tiempos. Su lugar será muy difícil de sustituir porque él es único, pero Bisbal se »atreve» a dar algunos nombres a modo de idea para que ocupen su silla.
«Hay muchos artistas en España que saben mucho de música. Pero a mí me gustaría Manuel Carrasco, Alejandro Sanz o Pablo Alborán«, nos dice. «Aunque también creo que se podría dar la oportunidad a un artista internacional, eso sería genial. No sé, Chayanne o Ricky Martin serían también dos buenos coaches porque tienen carrerones a sus espaldas y dicen las cosas como las sienten», añade.
¿Sobrevivirá »La Voz» sin Bisbal?
Bisbal ha sido uno de los coaches más emblemáticos de »La Voz». Incluso su libretita alcanzó fama casi internacional. No era para menos: el cantante se reveló rápido como uno de los miembros más espontáneos del jurado y también uno de los que lograba arrastrar mayor número de fans.
Tras la marcha de Melendi, Bisbal es la segunda baja de »La Voz». Sin embargo, esta despedida es más peliaguda. Y es que llega en un momento en el que el formato ha dado síntomas de desgaste, debido a que su mecánica es demasiado repetitiva y el último casting no funcionó. De hecho, el programa ha evidenciado que no impulsa la carrera de ninguno de sus cantantes. Al contrario, desaparecen de la televisión por completo nada más terminarse la temporada del concurso.
La fuga de David Bisbal, por tanto, puede ser una genial oportunidad para revolucionar el talent musical de Telecinco. Una reinvención que necesita el formato para sobrevivir en la parrilla o, de lo contrario, la tercera edición será su última temporada.
En televisión siempre existen miedos a los cambios cuando parece que algo funcionaba a la perfección, pero también los cambios son claves para que los contenidos crezcan, eviten su erosión y no se queden estancados.
Aunque una baja de estas características siempre conlleva un tiempo de adaptación entre el recuerdo mitificado del espectador y el disfrute de la novedad, el adiós de Bisbal de »La Voz» puede ser una de las oportunidades de la productora Boomerang para relanzar su gran éxito de entretenimiento. Ahora debe encontrar nuevos coaches que den la campanada de la espontaneidad y no repitan siempre en bucle los mismos argumentos políticamente correctos.
También el programa deberá avanzar en la puesta en escena y, por supuesto en un casting que no sea tópico y asombre más allá del manoseado gorgorito cañí. Toda una dificultad añadida esta de encontrar talentos genuinos, ya que España no es un país tan grande y los talents shows han exprimido, hasta prácticamente secar, la nueva cantera de voces. ¿Habrá que esperar al recambio generacional?