Sorpresa en la Nochebuena. El refrito de »Tu cara me suena: Grandes éxitos», con un 18.5% y 1.966.000 espectadores, ganó a Raphael, que parecía indestructible y se quedó en La 1 con 14.5% y 1.552.000 fieles. Este programa se llamaba »Mi gran noche», pero no fue tan grande para el cantante que repite cada año esta gala que acusa ya un desgaste. De esta forma, la audiencia prefirió las delirantes reposiciones de los imitadores de Antena 3 que, pese a ser el único canal que no produjo espacios propios para la noche del 24 de diciembre, logró excelentes datos en toda la velada con una oferta de refritos.
¿Suerte o rentable táctica? Antena 3 prefiere desde hace una década no gastar demasiado en Nochebuena. Es más, tiene testados los buenos resultados de los Simpson y de diferentes zappings que reúnen los mejores momentos de su programación. Aunque, además, este año su secreto del éxito ha estado en que ha apostado por un refrito de »Tu cara me suena» muy calculado, donde no se dejó nada a la casualidad. Ahí está la clave del triunfo. Se hizo un programa especial que seguía un orden coherente, ideado para enganchar al espectador a través de un orden lógico y sutil de las imitaciones más icónicas y delirantes del espacio. También incorporando instantes de otros países, pues »TCMS» es el formato español más exportado fuera de nuestras fronteras. El público agradeció poder comparar y descubrir las diferencias entre artistas de otros lugares.
Y es que, mientras que el »recital» de Raphael era más plúmbeo que otros años, »Tu cara me suena: Grandes éxitos» ejemplifica lo que debe ser un show de éxito en una velada como la Nochebuena o Nochevieja: donde la mejor aportación televisiva es poner a la familia una buena banda sonora que de vez en cuando sirva para sacar temas de conversación y, por qué no decirlo, para criticar un buen rato. Así, Antena 3 recuperó instantes memorables de Roko, Arturo Valls o María del Monte.
Un éxito en el que pocos confiaron
Tras años de sequía en programas de entretenimiento en prime time, Antena 3 apostó por »Tu cara me suena» hace tres temporadas. Aunque, al principio, ni ellos mismos confiaban en este formato de imitadores famosos que bebía de la esencia de »Lluvia de estrellas» y la »Parodia Nacional». De hecho, »TCMS» parecía otro fracaso casposo y hasta Telecinco decidió no contraprogramar su estreno con nada. No confiaban en su éxito. Se equivocaron: dejaron vía libre a un programa que rápidamente se convirtió en revelación.
Hoy, »Tu cara me suena» es el formato de entretenimiento español más vendido fuera de nuestras fronteras. Sus récords de audiencias no sólo se sustentan en la comedia que desprende, su triunfo se ha logrado, sobre todo, gracias a que une en el mismo producto espectáculo televisivo cuidado, un jurado que no tiene complejos a la hora de jugar con el programa, una puesta en escena brillante, un casting de reconocibles participantes populares que consiguen asombrar trabajando duro para consumar una buena imitación y una realización visual que va al ritmo de la música, pero sin dejar de enseñar todo lo que el espectador quiere ver: desde el plano de reacción del público en plató hasta los detalle de la coreografía del cuerpo de baile.
»Tu cara me suena» deja patente que se puede realizar una televisión que no se queda sólo en el tópico y la sensiblería: una televisión que va por delante en entretenimiento y donde es fácil sorprederse cada semana, pues se fomenta la creatividad televisiva por encima del miedo al share. Y, claro, la audiencia se queda enganchada. Incluso en la reposición.