El foro, que se inauguró el pasado noviembre, se celebró en el Espacio Bertelsmann, compañía que colabora con la iniciativa, y estuvo moderado por el periodista Vicente Vallés.
El músico francés Jean-Michel Jarre abrió el debate reconociendo que «todo ha cambiado mucho en estos últimos diez, quince años». Jarre reflexionó sobre cómo se presenta el futuro para los nuevos artistas si no se buscan alternativas en el negocio de la música. «¿Qué pasará con la próxima generación?», comentó.
Por su parte, Oriol Bonet dio su particular visión sobre el modelo de negocio, que según él, «no está obsoleto», sino que «hay que reinventarlo». Durante su intervención añadió que los artistas deben ser también «creadores de contenido». Según indicó, el fan es muy importante («es el que me paga la nómica a final de mes», declaró), pero también es necesario «tener clientes».
Sobre este línea habló Xuso Jones, artista que nació en Youtube. «Lo que no sabía es que desde mi habitación de Murcia podía llegar a México, a Argentina, a tanta gente. Ya no necesitas una gran multinacional detrás, ni viajar a Madrid con tus maquetas», afirmó. También sobre esta plataforma de contenidos habló Bonet, quien cree que las compañías discográficas «buscan» en ella antes de «fichar».
Este último elogió internet como «una herramienta más», pero achaca el éxito a la manera en cómo un artista es «capaz de mover» a su fan, al que hay que valorar con, por ejemplo, contenidos exclusivos o descuentos, según explicó el batería de Love of Lesbian. Esta es una de las propuestas que el músico señaló para combatir la piratería. «No hay que tener miedo a compartir el contenido, porque si no lo haces tú, lo hará otro», declaró. Asimismo, también «hay que respetar los derechos de autor», sin embargo y según su postura, «hay que intentar ponerlo fácil para que la cultura esté al alcance de todo el mundo».
Para Jarre, el artista no tiene por qué saber explotar directamente su música. De hecho, según su propia experiencia, a la que define como una «pesadilla», los artistas que lo hagan sabrán que «no es tan sencillo». Así, pide un readaptación desde el punto de vista económico del proceso, ya que los artistas se están convirtiendo en «proveedores de contenido». En sus palabras, el proceso es importante, siempre y cuando no haya gente que «se esté forrando con esto», a la vez que hay artistas que no pueden «sobrevivir con su arte», añadió. Jarre también señaló que prefiere «un equipo que confíe» en él, antes que una multinacional.
En el debate también se habló sobre Spotify, uno de los nuevos modelos de explotación de la música en la era digital y del que Bonet es usuario, según explicó. Sin embargo, tal y como comentó, esta herramienta sólo será buena si se utiliza bien, es decir, si el acuerdo con Spotify tiene una repercusión en el artista. «Hay que buscar el equilibrio entre el romanticismo y el negocio. Sin el negocio, el romanticismo no se puede mantener», añadió.
Por otro lado, para Jarre el problema reside en que si hay contenido al que se puede acceder sin pagar, la gente no pedirá pagar. Además, para él otro de los problemas es que sólo se puede ganar dinero en Spotify si se tiene éxito en la plataforma, y por tanto eso «tiene que cambiar». Según el francés, los artistas se han quedado «fuera de este bucle».