El presentador de Sálvame Jorge Javier Vázquez ha cargado contra Pablo Iglesias, líder de Podemos, pese a que hace solo un par de meses se mantenía muy prudente con respecto al formación transversal e incluso aseguraba tenerla mucha simpatía, pese a que se declaraba muy fiel a Pedro Sánchez. “No entiendo a la gente que critica a Pablo Iglesias porque él ha hecho que nos cuestionamos muchas cosas que, antes, estábamos pasando por alto”, aseguraba.
Sin embargo, el presentador ha dado un giro radical con respecto a Podemos y sus líderes y, sin duda, su nueva postura podría tener una clara influencia en su numerosa y fiel audiencia.
Su opinión actual
Jorge Javier Vázquez ha criticado al líder de Podemos tras la última entrevista que concedió a La Sexta Noche, y aseguró que «estuvo borde, antipático, escasamente pedagógico, malhumorado y prepotente».
En su blog semanal en la revista Lecturas, Jorge Javier Vázquez señala que Pablo Iglesias «dio el sábado la peor entrevista de todas las que le he visto, y ya llevo unas cuantas a mis espaldas».
«Ha perdido el tono. No es lo mismo dar un mitin que estar en un plató», aseguró el presentador de Sálvame que cree que el político «trató con desprecio a los periodistas que le preguntaban, respondiéndoles con un chirriante tono de perdonavidas».
Jorge Javier critica algunas de las explicaciones de Pablo Iglesias como cuando «elevó a los altares de la ética a Juan Carlos Monedero con argumentos tan naif que sonrojaba escucharlos» y señaló que «se me quedó cara de imbecil -y todavía no se me ha ido- cuando Iglesias remató su explicación contándonos que Monedero prefirió pagar impuestos en España».
«Que no se nos olvide organizar una romería para agradecérselo» señala el presentador de Telecinco.
Repitió varias veces que a partir de ahora se culpabilizaría a Podemos de asesinar a Kennedy o de decirle cosas al oído al toro que mató a Manolete, y cayó en el grandísimo error de llamar varias veces Pantuflo a Eduardo Inda.
Para terminar, Jorge Javier Vázquez señala que «Pablo Iglesias estuvo borde, antipático, escasamente pedagógico, malhumorado y prepotente» y cree que «si la entrevista se hubiera desarrollado en el plató de Tómbola el público le hubiese abucheado como a Carmina Ordóñez».