Francisco Javier Cuesta Ramos, más conocido por su »nombre de guerra» Frank Cuesta, nació en León hace 43 años y se ha convertido en uno de los aventureros de la televisión más »salvajes» y que más risas nos ha sacado en los últimos años enfrentándose a serpientes y bichos de todo tipo en plena selva.
Su gran pasión desde que era joven fue el tenis y hasta llegó a ser tenista profesional, pero un accidende de moto le hizo que tuviera que retirarse del circuito. Pero no abandonó ese deporte y decidió convertirse en entrenador, ingresando en la academia de tenis Nick Bollettieri, en Florida. De allí se marchó a Tailandia para montar su propia academia: Frank Cuesta Tennis Academy, y ha sido en este país donde ha pasado gran parte de su vida y donde vive actualmente.
Está casado con la modelo y cantante tailandesa Yuyee Alissa Intusmith, con quien tiene dos hijos, Zape y Zorro y una hija llamada Zen. A la vez que Zape nació otro hijo, llamado Zipi, que murió al poco de nacer.
En Tailandia, Frank se empezó a interesar por el mundo de las serpientes (la herpetología) y fundó una asociación de ayuda a los reptiles. En 2010, durante la grabación de »Callejeros viajeros» de Cuatro, los reporteros se toparon con Frank, que les ayudó a resolver un problema con una serpiente, y se dieron cuenta de que el leonés era todo un animal televisivo que se merecía tener programa propio: »Frank de la Jungla».
El espacio consiguió un Ondas en 2011 y el aventurero apasionado por los animales conquistó a la audiencia con su naturalidad, a veces brusca para lo que estábamos acostumbrados a ver en televisión, y por no tenerle miedo a cualquier bicho que se cruce a su paso.
Frank se despidió de la audiencia de Cuatro en enero de 2013 porque había terminado una etapa y quería hacer otras cosas. Aseguró que no volvería a la tele si no era por mucho dinero, y durante unos meses de dedicó a hacer pequeñas piezas para su canal de YouTube.
Ahora vuelve (por pasta, él mismo lo dice) y lo hace con »Wild Frank» en Discovery. Lo hará el 11 de mayo a las 22 horas y le veremos convivir con varias tribus en el Amazonas en Brasil, donde Frank seguirá enseñándonos lo más sorprendente de la naturaleza salvaje como sólo él sabe hacer.