La sonrisa de TVE vuelve a la carga. Eva González se pone de nuevo al frente de »Masterchef» (que TVE estrenará después de Semana Santa) y hemos querido saber como afronta esta tercera edición del programa, qué planes tiene para la Semana Santa y cuáles son sus gustos culinarios.
¿Eva, vas a ir a tu tierra, Andalucía, en esta Semana Santa?
Sí, claro. Voy a Andalucía, además también estoy con »Se llama copla».
»Non stop» con el trabajo, como siempre…
Sí, ¡claro! Desde que empecé a grabar »Masterchef», porque cuando empieza ya se acaba de la vida y demanda todo tu tiempo, no hago nada más que pensar en Semana Santa. Sí, toca descansar.
Además es muy devota del Cristo Nazareno de Mairena del Alcor..
¡Sí! Disfruto de él el Viernes Santo por la mañana. Luego vivo la Semana Santa en Triana, como siempre.
Semana Santa y gastronomía… ¿Caes en la tentación de las torrijas?
No me gustan, ¡gracias a Dios! Lo que sí me pierden son las galletas fritas, pero las torrijas no porque no me gusta mucho la miel. Me libro, afortunadamente. Ahora bien, el otro día mis compañeras de la televisión andaluza trajeron a la grabación torrijas de chocolate. Las he descubierto, y me encantan.
¿Eres de las que se privan?
No, la verdad es que no. Me gusta llevar una alimentación sana. Por ejemplo, no como muchos fritos pero porque no me gustan. Intento comer bien, aunque con Masterchef es muy complicado. Estoy todo el día comiendo. Viajamos por distintas ciudades y hacemos rutas gastronómicas, luego está la comida de los aspirantes, que también la pruebo.
Tercera edición de »Masterchef», ¿has aprendido a hacer algo más que esas lentejas que siempre nos dices que te salen riquísimas?
Aquí ha habido un fallo de base, yo cocino lo que puede cocinar cualquiera, platos normales. Lo que pasa es que, claro, me entra muchísimo complejo porque estoy todo el día rodeada de grandes chefs. Me comparo con estrellas Michelín, ¡error! Yo me defiendo con las papas con chocos, las lentejas o los garbanzos. Yo soy de cuchara, de buen comer, de guisoteo.
Pero sí habrás enriquecido mucho tus conocimientos culinarios...
Se te afina el paladar, claro está. Todo el día hablando de gastronomía, de restaurantes… Y cuando se conoce lo bueno, ¿quién vuelve?
¿Cuál es tu plato favorito?
No sabría decirte, soy de muchos platos. Lo que sí tengo claro es que no soy nada de casquería, de hecho Pepe está enfadadísimo conmigo porque no me gustan los callos. Los cartílagos, las orejas, los riñones… Todo eso no me gusta, lo demás todo.
¿Eres más de dulce o de salado?
No sé, depende del momento. Me encanta el chocolate, aunque ahora me he vuelto intolerante a la lactosa y es un horror. Tampoco puedo comer queso que es lo que más me gusta del mundo.
Ha dicho durante la presentación que en »Masterchef» has encontrado una enorme familia. ¿Te lo esperabas?
Sí, así es. Al principio pensaba: “¡Madre mía, qué deformados todo el día hablando de cocina” (ríe), pero luego te vuelves tú otra deformada y te llevas todo el día hablando de cocina también. Tenemos muchos puntos en común y me llevo tan bien con todo el equipo… Al pasar tantas tantas tantas horas juntos al final te conviertes en una familia.
También has dicho que tienes el pálpito de que durará años y años…
Así es. No nos hemos dormido, al contrario. El público nos exige más, el público no se conforma y no quiere ver el mismo Masterchef de la primera edición, quiere más y el listón lo estamos poniendo cada vez más alto. Estaremos, como siempre, hasta que el público quiera, pero creo que va a querer durante mucho tiempo.
En estas ediciones también has cambiado tu forma de presentarlo, al principio estabas más hierática. Ahora disfrutas más, ¿verdad?
¡Claro, una cambia! Pero es normal, en todos los programas pasa. Al principio no sabes cómo va a ir la cosa, por dónde te va a venir, hasta que coges confianza con el formato y ya lo controlas. Además en esta tercera edición hay mucho humor, pero porque los concursantes nos han salido graciosos. Y ya sabéis que me encanta reírme. En definitiva es la vida. Todos pasamos por buenos y malos momentos, por enfados y días más felices… Y al estar tanto tiempo haciendo un mismo programa eso se puede notar.
Y un parón para ser mamá, ¿no te lo planteas?
Estoy yo como para parar. Ni para parar, ni para parir (risas).
Dices que no te privas, pero ¿haces ejercicio o eres como muchas modelos que nos das envidia porque estás estupenda solo durmiendo mucho y bebiendo agua?
¿Qué mejor deporte que levantarse cada día a las 7 de la mañana y no parar en todo el día? Agua sí bebo mucha, pero las 8 horas no las duermo ni hago deporte. Lo que me pasa es que soy muy inquieta y no paro. Con Samantha lo hablaba el otro día. Ella hace mucho deporte, de hecho viene al plató cada mañana corriendo -que yo pienso ”de verdad, esta tía está loca”-, y me decía: “yo entiendo que no hagas deporte, si es que desde que te levantas hasta que te acuestas no paras de moverte”. Soy muy activa y eso también hace.
¿Alguna rutina de belleza para la piel?
Tengo dermatitis atópica en todo el cuerpo y uso unos geles y unas cremas especiales. Además, el equipo de Masterchef me cuida muy bien y con productos muy buenos. Para mí es una tranquilidad, porque al tener que maquillarme todos los días, el poro se cierra y vienen los problemas.