»El tiempo entre costuras» no ha dado opción a niguno de sus rivales a hacerle sombra. Su estreno es uno de los más esperados de la temporada y eso se ha notado en los datos de audiencia que ha marcado. Con algo más de cinco millones de espectadores ha sido lo más visto en la reñida noche del lunes. Detrás deja a »La Voz» de Telecinco y la mismísima reina »Isabel», la más perjudicada con su llegada.
La serie interpretada por Adriana Ugarte y desde hoy el conocido Rubén Cortada enganchó a un 25,5% de share y un poquito más de cinco millones de espectadores. El dato lo eleva al estreno más visto de los últimos doce años de la cadena (desde el 11 de enero de 2001 con «Dime que me quieres» -5.205.000 y 29,9%-) y de toda la televisión en 8 años (desde el 16 de enero de 2005 con «Aída» -6.863.000 y 36%-)
Eso sí, la gran producción puede presumir de liderar uno de los prime time más reñidos de los últimos años. La ficción de A3 ha conseguido que »La voz» e »Isabel» anoten sus mínimos de temporada.
También deja en la cuneta estrenos como »Águila Roja» (19 de febrero 2009 5.013.000 y 26,4%), »La que se avecina» (22 de abril 2007, 4.161.000 28,8%), »Isabel» (10 septiembre 2012, 3.529.000 y 20,1%) »Tierra de lobos» (29 septiembre 2010, 2.626.000 y 15,6%), »Motivos personales» (25 octubre 2005, 4.101.000 y 24,3%), «Sin tetas no hay paraíso» (9 de enero 2008, 3.964.000 y 21,7%) »El Barco» (17 enero 2011, 4.769.000 y 23,4%), »Hispania» (25 de octubre 2010, 4.768.000 y 22,7%) o »El Internado» (24 mayo 2007, 4.629.000 y 25,8%).
En horario de coincidencia Antena 3 ha llegado a sacar doce puntos de share de diferencia a La 1 y 6,6 a Telecinco. La cadena apostó muy en serio por su ficción y la emitió prácticamente íntegra sin ningún corte publicitario desde las 22:30 horas hasta las 00:00.
Las claves de su éxito
– Realización. El tiempo entre costuras recupera la estética de las grandes series de nuestra televisión. La fotografía y la realización juegan a crear luminosas imágenes de postal. Sin miedo a los sutiles movimientos de cámara que hacen más atractivo el encuadre y que tanto escasean en nuestras series, debido a las prisas con las que se ruedan. No ha sido el caso de esta ficción, donde la historia literaria se convierte en una experiencia visual para el espectador.
– La puesta en escena. La serie se ha grabado en 100 localizaciones de España, Marruecos y Portugal. Entre protagonistas, secundarios y episódicos, han trabajado 135 actores y más de 2.500 figurantes. 254 decorados se construyeron para adaptar los espacios naturales a la época. La gran inversión económica de la producción consigue un despliegue que se nota y que empatiza con la curiosidad del espectador.
– La ensoñación de otros tiempos. En estos años de aburrida crisis, este tipo de ficciones-vintage alcanzan una de las máximas de la televisión: hacernos imaginar. Las audiencias mayoritarias siempre agradecen poder fantasear con otras mágicas épocas, que no hemos vivido pero que muchos soñaron vivir, aunque sean reinventadas en cartón-piedra. El tiempo entre costuras en una buena válvula de escape hacia la evasión de la emoción que producen tiempos más ingenuos, en los que hasta conspiración parecía más romántica.
– La actriz. Presente en casi todas las secuencias, Adriana Ugarte (La Señora, Niños Robados) derrocha naturalidad frente a la cámara e, incluso, se come a su coprotagonista, Rubén Cortada que da vida, con una chirriante voz doblada, al magnético Ramiro. Ugarte interpreta a Sira Quiroga en su punto exacto: de personalidad y, también, de complicidad con la audiencia femenina que empatiza con los sentimientos de la protagonista.
– El amor… y el desamor. El tiempo entre costuras no es una ficción para todos los públicos. De hecho, sintoniza más con un público más femenino. Y esto no es malo. Al contrario, sólo se trata de una importante característica más de una sosegada historia, que logra enganchar gracias al equilibrio entre la aspiracional búsqueda de la felicidad a través del amor más romántico, que se frustra, con otro tipo de romanticismo: el de las turbias tramas de suspense, espías, soledad y supervivencia en el desasosiego.