«Es el mejor creador de ficción de Europa». Con estas palabras define Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España, a Daniel Écija, presidente de Globomedia.
Y es que en el currículum de este productor se encuentran éxitos que forman parte de la historia de la televisión, como »Médico de Familia» (un Ondas, 4 TP de Oro y cambió el panorama de la ficción española. Su desenlace, en 1999 fue el capítulo más fvisto de una serie en la historia de Telecinco); »Los Serrano» (una de las series más exportadas de todos los tiempos), »Siete Vidas» (con ella, la sitcom llegó a España) o »Aída» (que ya va a por su capítulo número 200 en su próxima temporada).
La pregunta ante un nuevo proyecto de ficción por delante como es »B&B, de boca en boca» (serie que se comenzará a grabar a finales de septiembre con Belén Rueda como protagonista), es obligatorio preguntar a Écija cuáles son las claves para que una serie triunfe en estos tiempos que corren, que no son los mejores para las producciones españolas.
«Nosotros pensamos en una serie familiar, urbana, del siglo XXI pero con una vuelta a lo clásico, a esas series de los años 80 que tanto nos gustaban, y sexy, es decir, con mucha luz y vitalidad», explica Daniel. «Además, hay que tener un reparto que sea una forma de aglutinar talento que acerque las historias que queremos contar a los espectadores», añade.
Para Écija, una serie ahora mismo tiene que entretener. «Es básico. Tiene que tener un punto de sentido del humor para que la gente se siente frente al televisor, que es de lo que nosotros vivimos, y se vayan a la cama con una sonrisa y una pizca de esperanza«, explica. «Además, tiene que estar ligada a la actualidad social, no a lo que pase en un momento o día determinado, sino al contexto en el que se va a emitir», cuenta.
También hay algo importante para que una serie enganche: que esté hecha en un ambiente profesional. «Por ejemplo en »B&B» hemos elegido la redacción de una revista como escenario porque el mundo del periodismo es muy atractivo y es un lugar desde el que se pueden contar muchos conflictos que interesan a gente de 17 años hasta los 70, y situaciones del día a día. Pero lo que hay que contar son las historias de personas que se desarrollan en la revista, y no al revés. Que el escenario no se convierta en el protagonista. La atmósfera debe ser reconocible para el público, no hay que ser demasiado sofisticado», nos dice.
Después de tantos y tantos »pelotazos» televisivos, para Daniel Écija sigue siendo un reto arrancar un nuevo proyecto. «Me da mucho miedo escénico salir con una nueva serie. Tenemos que estar a la altura de la audiencia y de las cadenas que confían en nosotros. Es una responsabilidad enorme y cada día el riesgo es mayor. Esta industria no existiría si no fuera por la confianza de las cadenas en nuestra cultura y en nuestros profesionales», cuenta.
«Nos gusta vernos reflejados»
«Creo que nuestro deber es hablar de neustro país y de personajes de aquí que no tienen nada que ver con los de series de otros países. A veces me da la sensación de que nos quieren »colonizar» con sus series y al final, si te fijas bien, son ficciones hechas para canales de pago y que cuando llegan aquí no pasan del 2 ó 3 por ciento de cuota de pantalla. En los años 90 yo me quité el complejo de que tenía que hacer series como las americanas y me dí cuenta de que lo que aquí nos gusta es vernos reflejados de una u otra manera», concluye Écija.