El restaurante La Tana, ubicado en Pinto, es dirigido por Alfredo y su mujer desde 2001 y no han dudado en responder cómo les va tras su paso por »Pesadilla en la cocina». A pesar de que el matrimonio guarda un buen recuerdo de Chicote y su equipo, no ha quedado del todo satisfecho con su labor. Para el famoso chef éste restaurante también fue especial por ser el primero con el que iniciaba su nuevo trabajo. Por eso, Chicote quiso que su primera toma de contacto fuera lo más provechosa posible.
Alfredo ha querido destacar que nunca estuvieron al borde de la quiebra y que solicitaron la ayuda de La Sexta porque simplemente querían mejorar y conseguir un empujoncito. No obstante, lo que realmente le impulsó a participar es que su restaurante no funcionaba como debiera. En un principio estaba convencido de que era un problema interno y que lo mejor sería colaborar con un chef tan reconocido que les pudiera aportar conocimientos ya que experiencia ya tenían. Por eso, en todo momento aceptaron los consejos de Chicote aunque después le han dado su propio toque al local.
Alfredo sabía a qué se exponía ya que en todos los reallities hay partes negativas. Por eso, las quejas de él y su equipo son prácticamente las de todo los dueños que accedieron a dejarse ayudar por Chicote: que se acuerden más de ellos y sobre todo que se vuelquen con la causa. Ha declarado asimismo que no mejoró mucho su restaurante. Al principio sí que se noto el impacto mediático, sobre todo los primeros meses. El problema es que todo el mundo se fue olvidando y consideran que les ha faltado apoyo y que le podrían ayudar más en los temas publicitarios que al final son los que valen.
El dueño ha confesado que aunque su balance es positivo, »Pesadilla en la cocina» es un show y que les han hecho daño de forma gratuita. También ha recalcado que el programa es una copia de un espacio americano. La excepción con la versión americana es que en ese caso sí que vuelven durante un tiempo para ver cómo han mejorado los restaurantes.
Desde el restaurante La Tana creen que la bajada de clientela también se debe a la crisis ya que muchas personas no pueden acudir de forma tan habitual como lo hacían antaño. No obstante, su aparición en el programa les perjudicó en cuanto a los clientes de su entorno ya que en Pinto, un pueblo madrileño bastante pequeño, todo el mundo se conoce y a los clientes no les gustó su presencia estelar.
De hecho, lo que le duele es que más de un cliente habitual haya pensado que les estaban envenenando por cómo Chicote lo daba a entender en »Pesadilla en la cocina». De cualquier manera, Alfredo y su equipo van a seguir adelante este verano ya que mucha gente que pasa el día en la Warner no duda en ir a su restaurante que pilla de camino al parque temático. De hecho, mucha gente le pregunta cómo le va, ya que vieron su caso en la televisión. Además, ha llegado a fotografiarse con todo aquel que se lo ha pedido.