Fuentes de las Diócesis de Granada, consultada por Europa Press, ha preferido no valorar el contenido del auto con el que el magistrado Antonio Moreno ha levantado el secreto de sumario en esta causa, que estaba decretado desde el pasado 3 de noviembre y que ha sido prorrogado hasta en dos ocasiones, y se han limitado a sus declaraciones anteriores.
En ese sentido, el Arzobispado reitera que va a seguir «colaborando» con la justicia en este asunto y ha mantenido su «tolerancia cero» ante posibles casos de abusos cometidos presuntamente por religiosos.
En su resolución, el magistrado Antonio Moreno recopila la denuncia del primer joven, que llevó su caso ante el Papa Francisco, y alude a tres posibles víctimas más, que han comparecido como testigos en el proceso, recogiendo un relato pormenorizado de sus testimonios, que apuntan al considerado líder de los »Romanes» o »Romanones», el padre R.M.V.C., y a nueve sacerdotes más y dos seglares.
Así, considera que los hechos son susceptibles de constituir infracciones penales por la comisión de delitos contra la libertad e indemnidad sexuales, en sus formas de agresiones sexuales, abusos sexuales y exhibicionismo, con las agravantes de prevalimiento, u otras, con la «participación necesaria, cooperación y encubrimiento» de las doce personas imputadas, cuatro de las cuales –entre ellas el considerado líder del clan– fueron arrestadas y después dejadas en libertad con cargos.