La guerra entre internet y los gobiernos internacionales ha empezado. Antes de ayer Wikipedia, Google y muchas otras webs estadounidenses pero también europeas protestaron bloqueando sus páginas durante 24 horas contra la ley SOPA que el Congreso de los EEUU consultará. Ahora le toca a Kim Schmitz, el fundador de Megaupload.
Ayer fue detenido en Nueva Zelanda en una investigación liderada por el FBI y el Departamento de Estado de EEUU. Le acusan de blanqueo de dinero, vulnerar los derechos intelectuales y crimen organizado. Las reacciones han sido múltiples. Por un lado, los millones de usuarios de Megaupload han expresado su rechazo a esta noticia, los gobiernos internacionales y numerosos artistas han expresado su satisfacción.
Kim Schmitz siempre fue una figura controvertida y su vida está llena de ironías. Así, ha sido capaz durante años de ser el centro de atención y codearse en la alta sociedad, mientras realmente nadie sabía mucho de su vida y sus verdaderos orígenes. De hecho, hasta el pasado diciembre, no se supo que él era el cabecilla detrás de Megaupload.
Schmitz nació en Alemania en 1974. Es alto, de estatura fuerte, rubio y tiene una seguridad en sí mismo que causa admiración y envidia a partes iguales. Allá por donde va no pasa desapercibido, de entrada por su tamaño. Todo lo que toca, lo bueno y lo malo, es grande, mediático, espectacular y siempre al borde de la legalidad. Ideas de negocio grotescas, un estilo de vida muy caro, enormes éxitos – su vida parecía seguir los guiones de Hollywood.
Un ideal que él parecía perseguir según declaró en varias entrevistas en televisiones alemanas: “Creo que me tienen envidia. En EEUU sería uno más de la masa con este estilo de vida, pero aquí en Alemania está muy mal visto cómo llevo mi vida de manera pomposa”.
Su salto a la vida mediática comenzó en 2001 cuando se desenmascaró como un hacker. A partir de entonces la prensa no le daría tregua y él se sentiría atacado “constantemente” por ella. De este modo, en 2001 se le acusó de atacar las cuentas bancarias del antiguo canciller alemán, Helmut Kohl, hasta dejarla en los 0 euros. Por falta de pruebas no pudo ser encarcelado.
Volvió a la vida mediática en el boom del New Economy. Su lista de empresas es interminable, ya que Schmitz ha vuelto de sus cenizas numerosas veces: Letsbuyit, Organicación Yihat (Young Intelligent Hacekers Against Terrorism), Kimvestor, Monkey Ltd., etc. Todas ellas, de alguna manera u otra, se encontraban al límite de la legalidad y tuvieron que ser cerradas. De este modo, Schmitz ha sido acusado muchas veces y se ha dado a la fuga otras tantas, pero nunca se ha dado por vencido.
El gobierno alemán empezó dándole “un millón de euros” en calidad de joven empresario, según propias declaraciones de Schmitz en un programa de televisión alemán en 2006. “Para después darme tales patadas en el culo”, se lamentaba cuando la prensa de su país le atacaba por estar acusado de fraude y blanqueo de dinero. En general, su relación con Alemania siempre fue de amor-odio. En la misma entrevista en 2006 aseguraba que él en conferencias por EEUU siempre había “animado a invertir en Alemania, en el gran país industrial” para luego “tratarme así”.
Ahora ha vuelto al punto de mira tras el cierre de Megaupload. Durante mucho tiempo, nadie sabía que él se encontraba detrás de la plataforma, aunque los rumores ya corrían. Schmitz tenía muchos sobrenombres, como «Kim Dotcom». Pero también era conocido entre sus amigos como »Dios», »Kimble», »KimDot», »Mega» y él gustaba de llamar a su coche «Megacar» en su página web. En diciembre de 2011, finalmente se identificó como propietario de Megaupload.
Durante mucho tiempo había estado sospechosamente callado. De momento y tras exitosas fugas, Schmitz se encuentra entre rejas. Nadie cree que esto sea lo último que se oiga de Schmitz, que siempre supo salir de las mayores crisis. Como en todos los demás casos, también Megaupload es difícil de condenar jurídicamente. La sede de la empresa se encuentra en Hong Kong, dese donde la página realmente no funciona como plataforma de intercambio para evitar mover contenido ilegal en la fuente. Además, Megaupload tiene a disposición de todos los usuarios y autores un formulario de quejas para quien quiera denunciar cualquier vulneración de los derechos intelectuales. Megaupload, e caso de denuncia, siempre retira el material inmediatamente.
Seguramente sabía que algún día le perseguirían seriamente por Megaupload. Quizás por eso hace poco publicó un vídeo de promoción de Megaupload en el que obtenía el apoyo de numerosos famosos, entre ellos Alicia Keys y Kayne West.