30de octubre de 1938. Orson Welles,director del Mercury Theatre,realiza una producción llamada La Guerrade los Mundos. La historia de H.G. Wells consistía en el aterrizaje denaves marcianas en New Jersey. Fueron 60 minutos pero al pueblo americano se lehicieron eternos. Todo estaba perfectamente planeado, y lo mejor de todo, avisado.Fue la demostración del poder de la radio, del poder de los medios, de lacapacidad de manipulación.
Todoempezó con una explosión de gas en el planeta Marte. 1.500 muertos por unmeteorito y de repente, la invasión alienígena. Expertos hablando,tranquilizando… para dar paso a la angustia. Las comisarías se inundan dellamadas. La Radio era por aquel entonces la ventana al mundo, la única formade comunicarse con el exterior al momento. Y la CBS a las nueve de la noche más.
YWelles lo había preparado todo con una perfección que parecía que sí, que elmundo se acababa. La realidad también ayudaba a temerlo todo. Hitler se habíaproclamado comandante supremo de las fuerzas armadas. Sus discursos causabansensación… y miedo. Algo bullía en el ambiente en 1938 que hacía pensar quetodo podía suceder.
Hoy,75 años después, el mundo se despierta todos los días con atentados sinsentido. Y en EEUU, antes un lugar sagrado, intocable. Cualquier joven con unabomba siembra el terror. La sensibilidad social está por las nubes. Y en estosdías la radio ha sido sustituida por internet. Un Tuit corre como la pólvora,destruye carreras y cambia voluntades. La gente está insegura y lo cree todo. Comoque un atentado en la CasaBlanca deje al presidente americano herido. La bolsacae 100 puntos en segundos. El temor se instala en el aire. Otro atentado.Nadie piensa que pueda ser mentira. Y Wall Street, la base del sistemafinanciero, entra en caos. En segundos. Esa es la verdadera sostenibilidad delsistema. Su armazón. El caos a un click. A un tuit. Hasta que se demuestra queun hacker ha sido el causante al entrar en una agencia. Porque hoy la informacióntambién llega de fuera. De agencias., de fuentes interesadas… Y la ciberguerra ya está aquí. Dominar internet,las tecnologías da el poder.
En1938 estaba Hitler. Europa no sabíahacia dónde iba. Atenazada. La gente buscaba líderes. Hoy ocurre algo parecido.En esos tiempos de 1938 nacía Superman,por lo que creer en seres de otro mundo estaba de moda. Temían lo que podíallegar de fuera. Los extraterrestes eran un tema recurrente en un mundo quelograba la primera fisión nuclear. Así que en esos días de 1938, el temor a unainvasión alienígena era más real que hoy, cuando lo que más de 10.000 personasquieren irse a Marte para no volver. En 1938 la gente huía a comisarías,hospitales e iglesias, los lugares que les ofrecían seguridad.
Welleslogró erizar el cabello de la gente con su voz. Se convirtió en una estrella.Lo había planeado todo, aunque se basara en un relato. Explosión de gas en elplaneta marte. Expertos diciendo que todo iba bien (también ocurre ahora), 1.500muertos por un meteorito… la invasión. Los boletines de noticias falsas hicieronel resto. ¿Sería tan difícil hoy publicar noticias falsas? ¿Hacer creer a lagente una realidad que no existe? ¿Acudiría la gente a los sótanos? ¿Huirá despavorida? Welles demostró el poder delos medios, su capacidad para manipular… y ese poder no se ha perdido. Hoy los medios de comunicacióny el mundo tiene más capacidad tecnológica que nunca. Está a un click de todo.Pero la manipulación de los mass media, el control del mundo como lo conocemoshoy es tan real como en 1938. A la mañana siguiente los medios dejaron claro elimpacto de la noticia: Al díasiguiente, hubo títulos catástrofe en losdiarios. The New York Times: “Oyentes enpánico confunden una ficción sobre la guerra con la realidad”. The Boston Herald: “Una pretendida invasión marciana sumerge alpaís en el pánico”. The Southbridge News(Massachusetts):“Un pánico colectivo se apodera de la ciudad y del país tras una emisión radialsobre La guerra de los mundos”. Welles se despidió de los oyentes diciendoque ese día habían aprendido una lección. Pocos dudan hoy que en 2013, la vozde Welles combinadas con una de su creación en youtube o en las redes socialespodrían sembrar el mismo caos que la invasión alienígena de 1938. El mundo noparece haber cambiado tanto. El miedo, la autogestión y la capacidad demanipulación, tampoco.