Noelia García Noguera, abogada especialista en delitos informáticos, insiste: “Hay que denunciar siempre”. La crisis ha hecho crecer la lista de fraudes en el mercado de trabajo en Internet. El último caso lo ha denunciado FACUA este lunes. Tres perfiles de Twitter publicaban falsas ofertas de trabajo con el objetivo de captar los datos de sus usuarios para que éstos acabasen llamando a números de teléfono de tarifa adicional. Si el operador conseguía mantener a la víctima 30 minutos, el máximo tiempo, detrás de la línea, la llamada costaba 36,30 euros desde un fijo. 47,10 desde el móvil. “Este tipo de fraudes es fácil de identificar, porque normalmente piden a la víctima información confidencial en una fase inicial, y eso, de entrada, ya es sospechoso”, explica García Noguera.
De entrada, en este caso, ni siquiera es legal ofertar empleo a través de número de tarificación adicional. Así lo establece el artículo 5.3.3.6 de la Resolución del 15 de septiembre de 2004, de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, por la que se dispone la publicación del Código de Conducta para la prestación de los Servicios de Tarificación Adicional: “Los servicios destinados a solicitar u ofrecer empleo o trabajo, directa o indirectamente, ya sea remunerado o sin remunerar, no podrán ofrecerse por medio de llamadas a números de tarificación adicional”.
Pero el usuario no tiene por qué conocer la ley. ¿Qué pasa si caemos en el fraude? ¿Podríamos recuperar el importe de la llamada? “Eso le corresponde decidirlo a los jueces”, explica la abogada. E insiste de nuevo: “Pero hay que denunciar. Primero, para atajar un posible delito en masa. Y segundo, porque es entonces cuando se inicia el procedimiento. Si tiene carácter de delito, el atestado policial será remitido a los jueces, que serán los que determinarán si se trata de un delito o de una falta”.
`Pishing’ o suplantación de identidad
La mayoría de los casos que atiende Noelia García Noguera están relacionados con el ‘pishing’ o suplantación de identidad. Una empresa, con sede en el extranjero, se pone en contacto con el cliente, normalmente a través de correo electrónico. Después de pedirle el número de cuenta, le ofrece trabajar desde casa cobrando unos beneficios muy altos. Sin saberlo, la víctima está blanqueando dinero procedente de estafas bancarias.
En este caso, García Noguera afirma que también es fácil identificar que se trata de un fraude porque «son empresas extranjeras que requieren la intervención de un intermediario en España”. ¿Y si el usuario se lo cree y facilita sus datos? “Hay que llamar al banco inmediatamente para bloquear la cuenta, porque en cuanto te hagan el ingreso del dinero, ya se está poniendo en marcha la maquinaria del delito”. Después, acudir a una comisaría de Policía y denunciar el fraude.
García Noguera afirma que hay un alto porcentaje de absolución entre los casos que atiende, pero advierte que si se cae en este tipo de fraude, la solución no es fácil. “La única persona identificada en el delito es la víctima, ya que el verdadero delincuente está fuera. Le correspondería al juez valorar las pruebas”, explica. El delito de blanqueo de capitales tiene una pena de entre seis meses a seis años de prisión y multa por el triple del valor de los bienes blanqueados, según establecen los artículos 301, 302, y 303 del Código Penal.
#falsoempleo
FACUA viene tiempo denunciando el aumento de los fraudes cibernéticos que afectan a los que buscan empleo por Internet. Reclaman al Gobierno y a las autoridades de consumo de las comunidades autónomas que asuman su responsabilidad en el control del mercado, aumenten los controles y apliquen sanciones “contundentes” ante este tipo de abusos.
“Las personas que están en la búsqueda activa de empleo desde hace mucho tiempo son más vulnerables a caer en estos fraudes”, explica García Noguera. Para combatir estas estafas, FACUA ha creado una campaña en las redes sociales para que los usuarios que se topen con este tipo de fraudes, lo denuncien. Tienen que hacerlo con el hashtag #falsoempleo.