Daniel Marote es socio director de la agencia de marketing y transformación digital Hydra.digital, profesor en el Instituto de Empresa y uno de los mayores expertos en redes sociales, marketing y transformación digital, además de conferenciante de estos asuntos a nivel nacional e internacional.
¿Hasta qué punto cree que las redes sociales distorsionan la realidad?
Actualmente, creo que el nivel de distorsión es importante. Y mi opinión está basada en la gran cantidad de tiempo que dedicamos las personas a estas plataformas. El principal problema es que la gente solo publica contenidos de micro momentos positivos de su vida: una selfie de su maravilloso viaje, las fotos de sus maravillosos hijos etc… y como las personas que consumen esos contenidos solo ven esa versión positiva, se genera una especie de frustración ya que los seres humanos se comparan entre ellos.
El fenómeno es tan mayoritario que debería ser prioritario educar y buscar soluciones. Cada segundo que pasa, se suben cerca de 4000 fotos a Facebook y 80 millones de imágenes al día en Instagram.
¿Cuáles son los motivos por los que ocurre este fenómeno?
El fenómeno nace en la comparación que siempre hacemos los unos con los otros, no es nada nuevo. Siempre nos hemos comparado con los demás y lo hemos usado como “vara de medir” para saber si nos va bien o no; si tenemos éxito en la vida o no.
La principal diferencia es que antes nos comparábamos con gente muy cercana a nosotros: familia, amigos, compañeros de trabajo. El círculo social era mucho más pequeño, pero con la explosión de las redes sociales, la comparativa ha crecido exponencialmente, por lo que ahora nos comparamos con cientos de personas que muchas veces ni siquiera conocemos realmente. De esta manera crece el nivel de frustración que sentimos cuando vemos que a los demás les va maravillosamente y a nosotros no tanto.
No olvidemos, que estamos consumiendo contenidos que solo muestran una cara de la moneda. La realidad es que esa gente que muestra fotos maravillosas de sus vidas también tiene miles de problemas pero, aunque parezca increíble, a la gente esto se le olvida.
¿Cómo se puede mejorar esta situación?
El mejor camino para encontrar soluciones a este problema es iniciando la conversación alrededor del tema. Es necesario que las personas tomemos conciencia del problema. Estamos viviendo una era de grandes cambios generados por los avances tecnológicos y aún estamos en pañales para saber las consecuencias y retos que va a tener la era digital en el ser humano. Pero si ni tan siquiera hablamos de ello, está claro que no llegaremos nunca a gestionar de forma saludable la situación.
¿Qué redes sociales motivan más esta distorsión? ¿Cuáles menos?
Creo que todas aportan su granito de arena ya que cada red social llena un espacio de tiempo y contenido concreto. Por ejemplo, en LinkedIn nos vamos a comparar con los demás desde una perspectiva profesional; en Facebook lo haremos desde una perspectiva más centrada en nuestro estilo de vida y familia…
Y no es algo que debamos pasar por alto puesto que, según el informe Infoempleo-Adeco Redes Sociales y Mercado de Trabajo, 9 de cada 10 empresas revisan los perfiles sociales de los candidatos antes de contratarlos.
En todo caso, creo que debido al fenómeno de los llamados “influencers” que principalmente está teniendo lugar en Instagram, probablemente esta plataforma sea en la que de forma más exponencial esté generando esa sensación de frustración. Y es que los “influencers” se dedican de forma profesional a “vendernos” vidas súper interesantes y aspiracionales que les permite “monetizar” sus perfiles.
¿Cómo se puede combatir contra esta situación?
Como decía antes… aún las plataformas digitales son demasiado jóvenes como para que seamos capaces de determinar cuáles son las mejores prácticas para evitar este tipo de problemas. No olvidemos que llevan con nosotros poco más de 10 años.
Yo de momento estoy intentando provocar la conversación sobre el tema. Intento generar consciencia del riesgo. Y adicionalmente, estoy empezando a compartir momentos de mi vida que no son tan positivos para que así quien me siga tenga una percepción más real sobre mi. No quiero vender una vida pseudo perfecta a los demás. Eso no ayuda.
¿Las redes sociales requieren de una serie de restricciones? ¿Cuáles?
Creo que este es un tema muy sensible de tratar porque la finalidad de internet es la libertad y no la restricción. Creo que lo que necesitamos es educar mejor a los usuarios. Sería muy importante empezar a meter en las aulas de los niños contenidos de formación relacionados con el uso de los nuevos medios. Creo que esto sería un buen inicio.
¿Cree que la sociedad en la actualidad es más superficial, y las redes sociales han contribuido a ello?
Yo no diría que la sociedad se está volviendo más superficial. Lo que opino es que la forma en la que los seres humanos se relacionan esta mutando y evolucionando debido a los nuevos medios. Creo que el ser humano por naturaleza es un animal social. El relacionarnos los unos con los otros es una necesidad instintiva y primitiva que creo nunca desaparecerá. El tema es cómo nos iremos relacionando en el futuro. A nuestros abuelos les parecerá que es más frívolo porque es a través de un móvil. Yo creo que simplemente es diferente.
¿Cree que el boom de los influencers ha contribuido a esta distorsión de la realidad?
Sí, totalmente. Ellos son los mayores exponentes en mostrar vidas geniales y estupendas porque eso es lo que vende mejor. Y sus fans lo compran. Es raro ver a un influencer contando sus problemas. Pero te puedo garantizar que los tienen. Igual que tú y yo.