Decapitan, torturan, queman, mutilan y asesinan sin parpadear. Los capos de los cárteles méxicanos no tienen miedo a nada. ¿O sí? Ser extraditados a Estados Unidos. Allí saben que pueden ser condenados a muerte.
Él último en emprender rumbo hacia el norte del continente americano ha sido Iván Velázquez Caballero, alias »Z-50» o »El Talibán», uno de los 37 narcotraficantes más buscados del México y líder de una de las facciones del sanguinario cártel de »Los Zetas».
La detención de »El Talibán» fue realizada en colaboración con la agencia antidrogas de Estados Unidos. «Fuimos parte de esto, pero por supuesto no hacemos operaciones en México, aunque sí ayudamos a juntar las piezas del rompecabezas», dijo el portavoz de la DEA, Lawrence Payne. Velázquez Caballero se enfrenta a un proceso criminal en el distrito sur de Texas (EEUU).
Velázquez Caballero, de 42 años, es originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, estado del nororiente de México. Estuvo preso en el penal de La Loma en Nuevo Laredo, después de ser detenido a los 22 años por robos de vehículos. Entró en la delincuencia a los 14 años vendiendo partes de coches robados en su ciudad natal.
»El Talibán trabajó más tarde como «mandadero» (soldado) de Heriberto Lazcano »El Lazca» hasta convertirse en jefe de plaza en Nuevo Laredo. Además, tuvo bajo su mando la plaza de Monterrey, que dirigió desde Fresnillo, Zacatecas. En 2007, cuando se estableció en aquel estado, llegó a tener hasta 400 personas bajo su mando. Ahora, Velázquez Caballero tenía bajo su control los estados de Zacatecas, Aguascalientes, partes de Guanajuato y Coahuila. También era responsable de haber lavado dinero para Los Zetas.
«Era uno de los cinco miembros más importantes de Los Zetas y estaba abriendo estructuras en el sur (…) en la zona de rivalidad con el cártel de Sinaloa», dijo a la AFP Raúl Benítez, experto en seguridad nacional de la Universidad Nacional Autónoma de México.
»El Talibán», por cuya captura el gobierno ofrecía 2,3 millones de dólares de recompensa, había entrado en disputa con Miguel Angel Treviño Morales, uno de los dos máximos líderes de Los Zetas, según la Marina. «Algunas fuentes señalan que desafió a Miguel Treviño Morales, alias el »Z-40», iniciándose una pugna por controlar la plaza de San Luis Potosí», indicó el vicealmirante José Luis Vergara, portavoz de la Marina. «Se presume que producto de ese desafío se da la reciente ejecución de 14 de sus simpatizantes en San Luis Potosí», en agosto, agregó Vergara.
Las autoridades han atribuido a las disputas entre Los Zetas una serie de crueles matanzas ocurridas este año en ciudades fronterizas del nordeste, especialmente en Nuevo Laredo, principal paso terrestre de mercancías mexicanas hacia Estados Unidos. Allí fueron descubiertos hace semanas 16 cadáveres –nueve de ellos colgados de un puente– junto a mensajes en que bandas ligadas a Los Zetas se acusaban mutuamente de traición.
Así nacieron Los Zetas
Los Zetas, militares expertos en lucha antiguerrillera que desertaron en los años 1990 para trabajar con el cártel del Golfo, son señalados de usar métodos despiadados, como despedazar vivas a sus víctimas. En 2010 rompieron con el cártel del Golfo. Desde entonces, según autoridades estadounidenses, Los Zetas, dirigidos por Treviño Morales y Heriberto Lazcano, se han consolidado como una de las dos grandes organizaciones del narcotráfico en México, disputando la supremacía al cártel de Sinaloa, de Joaquín «El Chapo» Guzmán, prófugo desde 2001.
El enfrentamiento con Los Zetas desmanteló al cártel del Golfo, cuyo máximo capo Jorge Eduardo «El Coss» Costilla, que sobrevivió a la brutal confrontación, fue detenido a comienzos de septiembre. Pero este triunfo sobre sus antiguos jefes ha estado acompañado de una espiral de disputas internas entre Los Zetas por controlar las rutas que van del noreste de México a Texas, un importante paso para la cocaína proveniente de Sudamérica y otras drogas hacia Estados Unidos.
El semanario »Proceso» indicó recientemente que Velázquez ha acusado a Treviño Morales -mediante videos en internet y grandes carteles en sitios públicos- de traicionar a sus lugartenientes y entregarlos a las autoridades. Una fuente de la Marina señaló que el »Z-50» había iniciado acercamientos con excompañeros del cártel del Golfo para proponer una alianza para enfrentar a Treviño Morales.
Una »guerra» con más de 60.000 muertos
Con la caída del «Z-50» suman 24 los capos abatidos o detenidos de una lista de 37 grandes narcotraficantes publicada hace tres años por el gobierno. El presidente Felipe Calderón lanzó en diciembre de 2006 una ofensiva militar contra el narcotráfico, a la que se atribuye una ola de violencia que deja más de 60.000 muertos. A dos meses de terminar su sexenio, «por ningún lado su estrategia ha funcionado. El hecho de que hayan caído estos capos más bien abre camino al cártel de Sinaloa (hacia) la zona del Golfo de México», dijo a la AFP Ricardo Ravelo, autor de «Cinco historias de Los Zetas» y «El reto de Calderón y el nuevo mapa del narcotráfico».
Una opinión con la que coincide Sylvia Longmire, ex agente especial de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y autora de «Cártel: La próxima invasión de la guerra de las drogas», que cree que estos golpes «son buenas noticias para »El Chapo»» Guzmán. Estoy segura de que él debe estarse riendo (…) el puede utilizar esto en su favor y seguramente va a intentar hacerlo», comentó Longmire.