Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres de la pequeña Asunta, asesinada el pasado sábado cerca de Santiago de Compostela, atravesarían problemas de liquidez, según cuentan los programas de Ana Rosa y Espejo Público.
La pareja ha pasado la noche en los calabozos, detenida por su presunta relación con el homicidio de su hija de 12 años, de origen chino, que fue adoptada con un año.
Los investigadores tratan de desentrañar el móvil del crimen. El caso podría estar relacionado con una herencia familiar, según fuentes de la investigación. Asunta era la mayor heredera del abultado patrimonio de los abuelos maternos. Le correspondían dos tercios de la herencia familiar.
Los padres de la niña acompañaron ayer a los investigadores en el largo registro que se practicó en la finca de Rosario Puerto, situada en Montouto (municipio de Teo). La pareja no pudo hablar entre sí durante esta diligencia, que se prolongó durante toda la jornada del miércoles.
Este jueves los agentes van a registrar la vivienda de la madre, situada en la calle Doutor Teixeiro en Santiago de Compostela, con el fin de encontrar pistas o señales sobre las circunstancias del homocidio.
Los análisis practicados en el cuerpo de Asunta Basterra han confirmado que fue atada y drogada antes de morir. Los análisis en la orina han revelado fuertes dosis de medicamentos para conseguir reducirla y que no opusiese resustencia. Posteriomente, el criminal le tapó las vías respiratorias con el fin de dejarla sin aire, según revela el diario El País.
Una de las líneas de investigación es que el móvil del crimen pudo ser económico. Según esta hipótesis, la niña sería la heredera universal del importante patrimonio del abogado santiagués Francisco Porto Mella y su esposa, la profesora universitaria María del Socorro Ortega Romero. El primero murió de forma repentina en su domicilio en julio del año pasado. Su esposa también había fallecido en la misma casa siete meses antes.