El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha dejado claro hoy que «no hay nadie en el Gobierno que no respalde las actuaciones» de los policías nacionales y los guardias civiles desplegados en Cataluña, a quienes ha recordado que llevarán ante la ley a quien «pise» su dignidad.
Zoido, que está visitando por sorpresa a 110 policías y 254 guardias civiles alojados en La Junquera y San Climent de Sescebes, en Girona, ha respondido de esta manera a las declaraciones del delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, que pidió disculpas por los heridos de las cargas policiales durante el 1-O.
«Lo único que le puedo decir es que nadie en el Gobierno de españa que no respalde las actuaciones que ha tenido la Guarida Civil y la Policía desde que se encuentra en Cataluña para defender los derechos y libertades de los catalanes», se ha limitado a responder el titular de Interior.
Zoido ha enfatizado que el dispositivo de agentes se mantendrá el tiempo que se considere necesario para garantizar «los derechos y libertades de todos los ciudadanos catalanes».
«No estáis solos», les ha dicho a los policías alojados en un hotel próximo a la frontera de La Junquera y a los guaridas civiles en un cuartel del Ejército de Tierra en la localidad gerundense de San Climent y reubicados aquí hace días tras abandonar otros establecimientos hoteles por las presiones recibidas.
Precisamente, el titular de Interior ha reiterado que el Gobierno «no va a consentir en ningún momento que se violen los derechos de policía y guardia civil».
Y ha añadido: «Vamos a defender y llevaremos ante la ley a todos que quieran pisar la dignidad de policías y guardias civiles y conculcar sus derechos. no vamos a consentirlo».
Zoido ha aprovechado además para volver a hacer un llamamiento al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien ahora «no sabe qué hacer, ni cuándo reunirse de nuevo», para que vuelva a «la senda de la ley y se acoja al Estado de Derecho».
En esta línea, ha lanzado un mensaje a toda la sociedad catalana: «El diálogo dentro de la ley siempre estará abierto pero fuera de la norma y de la ley no puede haber diálogo porque es imposible. Que deje Puigdemont de enfrentar ya a la propia sociedad catalana y que abra el diálogo para que la brecha entre la sociedad catalana no sea mayor y que no la lleve a un abismo que no tenga ningún retorno».