Rusia y Occidente intercambiaron hoy acusaciones sobre la investigación del siniestro del avión de Malaysia Airlines en Ucrania, en una tensa sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que Holanda, que encabeza la investigación del suceso, exigió total acceso al lugar donde están los restos del aparato.
Dos meses después del suceso, el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas volvió a mostrar su división al analizar los progresos de la investigación, que según el informe preliminar fue derribado por algún tipo de proyectil.
Holanda, que perdió a 196 ciudadanos, denunció que los expertos internacionales siguen sin tener acceso al lugar del siniestro debido a los problemas de seguridad que se viven en la zona, a pesar de que el propio Consejo de Seguridad exigió que se facilitase su trabajo en una resolución.
«Urjo a todas las partes relevantes a asegurar acceso inmediato y seguro al lugar», dijo el ministro holandés de Exteriores, Frans Timmermans, que aseguró que su país completará la investigación «tan pronto como la situación de seguridad se lo permita».
Australia, que tenía a 38 ciudadanos o residentes en el avión, también expresó su preocupación por las dificultades para acceder a los restos de la aeronave y por los riesgos que corrieron los expertos desplazados a la zona, de los que culpó a Rusia.
«La situación de seguridad alrededor del lugar y en gran parte del este de Ucrania se ha deteriorado por el apoyo ruso a los grupos separatistas», dijo la ministra australiana de Exteriores, Julie Bishop, al Consejo.
Estados Unidos y el Reino Unido, mientras, insistieron en que Moscú tiene responsabilidad por la inestabilidad en Ucrania y debe responder a numerosas preguntas sobre el caso del avión de Malaysia Airlines.
Además, atacaron a Rusia por, en su opinión, cuestionar la credibilidad de la investigación internacional y no hacer todo lo que puede para esclarecer los hechos.
«Rusia ha dejado claro que su verdadera intención no es saber de la investigación, sino desacreditarla», dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power.
Lo hizo después de que el ruso, Vitaly Churkin, señalase que para su país el informe preliminar no responde a las preguntas necesarias y defendiese la necesidad de que Naciones Unidas participe como tal en la investigación para garantizar verdaderamente su independencia.
Churkin criticó que en el documento holandés no da «ninguna información concluyente» y lamentó que en él no haya referencias a la presencia de unidades militares ucranianas en la zona en el momento del suceso.