Jaycee Lee Dugard desapareció el 10 de junio de 1991, cuando tenía 11 años, en el camino de su casa al colegio. Algunos de los testigos que vieron cómo dos desconocidos se la llevaban en un coche, no pudieron hacer nada por salvar a la chica de sus captores. En 18 años, nadie certificó su muerte. Pero con el paso del tiempo, su madre y su hermana comenzaron a no ver la luz al final del túnel. Hasta el 26 de agosto de 2009, recibió una llamada.
«Mamá soy yo, estoy bien«, la madre no daba crédito a lo que escuchaba. Con los gritos de Terry en su oficina se cerraban 18 años de esclavitud sexual y de miserias. Los motivos de porque la joven no dio síntomas de estar vivía quizás se debieron a su candidez y a que no se llevaba demasiado bien con su captor.
Jaycee fue raptada cuando iba a la parada de autobús para ir al colegio. En el camino, Jaycee se vio rodeada por un coche con dos ocupantes. El hombre se bajó del coche y acorraló a la niña. Con una pistola de electrochoque la paralizó. Se la llevó a su casa. La tuvo durante semanas esposada, sin vestirla, sin dejarle duchar y sólo viendo su habitación.
Jaycee no sabía qué hacía allí. Phillip se limitaba a traerle comida y desaparecer. Pero un día no se fue y se quedó allí un poco más. Y aquella fatídica noche fue la primera vez que el secuestrador abusó de ella. Jaycee relató el terror que le provocó la primera violación. «Me dijo que sería rápido y que sería mejor si no me resistía, porque entonces se tendría que poner agresivo«. Así perdió la virginidad Jaycee.
Después de más de casi dos décadas, Jaycee se acostumbró a no cuestionar el mundo. Phillip era el padre de sus hijas. Colaboró con sus captores para evitar ser vista por los agentes de policía que pasaban regularmente por la casa para controlar a Phillip.
Con los años, Phillip se confió. Pensaba que la policía ya se había olvidado de él. Salía a la calle con ella y con sus hijas. Hasta que un día cometió el mayor de los errores, acercarse a dos policías con las hijas de Jaycee. Esos agentes sabían que había sido condenado por violación. Ellos avisaron a la oficina de libertad condicional, que le citó en sus oficinas al día siguiente. Phillip llevó allí a Jaycee.
Ella mintió para proteger a Phillip. Pero su nerviosismo y la poca diferencia de edad con sus propias hijas hicieron sospechar a los agentes. Los Garrido fueron arrestados y condenados. Él a 436 años de cárcel y ella, a 36. Cuando los agentes le preguntaron su nombre, y ella no sabía pronunciarlo, no lo había pronunciarlo en casi dos décadas. Tuvo que escribirlo en un papel: Jaycee Lee Dugard. Entonces comenzó su regreso a casa.