El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, se ha mostrado hoy partidario de retirar la concertina, el alambre de cuchillas instalado en la valla que separa la ciudad autónoma de Marruecos, siempre y cuando existan alternativas que eviten la «invasión» de inmigrantes que se está registrando.
Imbroda, en una entrevista en RNE, ha dicho estar «extrañado» por el «revuelo» que se ha generado en torno a la concertina, un elemento que se instaló en 2005 tras las avalanchas de ese año, y que nunca se retiró completamente, ya que siempre ha estado instalado en la valla interior, y ahora únicamente se ha reforzado.
El presidente autonómico ha señalado que entiende que la cuestión es polémica, ya que no cree que a nadie le guste tener un elemento de estas características, pero ha insistido en la necesidad de defender la frontera de la fuerte presión migratoria que está sufriendo desde hace meses.
Ha asegurado que la concertina es un elemento «pasivo», que tiene un fin disuasorio y que solamente puede causar algún daño si se quiere violentar, aunque se ha mostrado partidario de reemplazarla por otro elemento que sea efectivo, eso sí, descartando la propuesta de aviones no tripulados -drones- realizada por el PSOE, que ha calificado como «ocurrencia» o «desliz».
Según Imbroda, aunque la concertina ha estado siempre, no se han producido en los últimos tiempos heridos de consideración por este elemento, y sí por caídas, ya que la valla tiene una altura de hasta seis metros.
Para el presidente melillense, el problema de la inmigración no está en la valla de Melilla que, ha recordado, no es sólo la valla de la ciudad, sino de toda la Unión Europea, y ha apuntado que, a diferencia de 2005, Marruecos está actualmente colaborando.