La víctima del robo había interpuesto una denuncia ayer jueves, a las 12.00 horas, en dependencias de la Guardia Civil, manifestando que le habían sido robadas 33 monedas de oro, dándose cuenta de que habían desaparecido de una caja de caudales de su propiedad.
Se trataba de una colección de monedas exclusivas de Sudáfrica, de oro de 22 kilates, valoradas en 414.150 euros (12.550 euros aproximadamente la unidad), y que había sido recibida en herencia. Por estos hechos, horas más tarde, concretamente a las 15.00 horas, se produjo la primera de las detenciones, al comprobar los agentes de la Guardia Civil que la colección había sido vendida por estas personas hacía más de un mes en una casa de venta de oro.
A las 18.00 horas se detuvo a una segunda mujer y a un hombre relacionados con los mismos hechos, y se da la circunstancia de que parte de la colección es irrecuperable, ya que la mayoría de las monedas fueron fundidas tras su venta.