Agentes investigan las circunstancias que han rodeado a la muerte de un vecino de Friol (Lugo), M.A.C., cuyo cadáver apareció en un pozo de su propiedad, en la parroquia de Villalvite, con las manos atadas a bloques de cemento.
En el marco de estas pesquisas, la Guardia Civil ha hallado varias plantas de peyote –su venta está prohibida ya que puede ser usada como alucinógeno– en el domicilio del fallecido, según confirman fuentes de la investigación.
Las plantas, con forma de cactus conocida por sus alcaloides psicoactivos, se encontraban en el domicilio del hombre, «en una especie de vitrina», apuntan estas mismas fuentes que señalan el suicidio como la principal hipótesis de su muerte al no hallarse «signos de violencia» en el cuerpo.
El fallecido, de 33 años, con problemas de movilidad y que tenía antecedentes por tráfico de drogas (de marihuana), apareció en el pozo con un bloque de hormigón atado a las manos.
Sobre el suceso, el subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo, ha precisado que «ninguna posibilidad está cerrada», pero «los primeros indicios tras la autopsia apuntan a que puede ser un suicidio».
De todas formas, Carballo ha dejado claro que «de momento la investigación no descarta ninguna otra opción», por lo que se va a continuar con las pesquisas «para llegar al final del caso, pero sin ningún otro indicio por el momento», matiza.
«Tenemos los primeros indicios de la autopsia y de la primera investigación in situ de la policía judicial y científica (de la Guardia Civil) y no se descarta nada», ha reiterado.
Los investigadores tendrán que esperar un mes a los «análisis tóxicos» para comprobar si hay rastros de drogas en el cuerpo de este vecino de Friol que estaba pendiente de un juicio por un presunto delito de tráfico de drogas.