La investigación sobre el naufragio del ferry »Sewol» que ha dejado, hasta el momento, 64 muertos y 238 desaparecidos, sigue su curso. En este contexto, se ha publicado la transcripción del diálogo entre la tripulación y la torre de control en los momentos clave de la tragedia, unas conversaciones que ponen de manifiesto los continuos errores cometidos y la confusión que reinó en el accidente.
Las dudas del capitán a la hora de dar la orden de evacuación cuando empezó a inclinarse, la incapacidad de la tripulación para desplegar los botes salvavidas o la avería del sistema de megafonía son hechos que se ponen de manifiesto en esas comunicaciones y que pudieron contribuir al gran coste humano del accidente.
«El ferry está en peligro. Se está inclinando«, fue la primera emisión radiofónica desde la cabina del barco a la torre de control de su destino, la isla de Jeju, a las 08:55 horas del miércoles (23:55 GMT del martes) varios minutos después de escucharse un fuerte estruendo en la nave. Más tarde, a las 09:00 la torre de control pidió a la tripulación del »Sewol» que se pusiera los chalecos salvavidas y comenzara a evacuar a los pasajeros. Para entonces, la cabina contestó adivrtiendo de que «para la gente es difícil moverse», debido al elevado grado de inclinación alcanzado.
La Guardia Costera también se retrasó en las comunicaciones, ya que tardó 12 minutos en responder: hasta las 09:07 no reaccionó a la primera llamada de auxilio del ferry.
En los siguientes minutos las autoridades del barco pidieron constantemente que se aceleraran los servicios de rescate mientras el barco se escoraba cada vez más, hasta alcanzar una inclinación de 50 grados a las 09:17, según comunicaron por radio las autoridades del transbordador.
Más tarde, a las 09:23, la torre de control recordó a la tripulación que solicitara a los pasajeros usar chalecos salvavida. Su respuesta fue que «no se puede hacer el anuncio» porque el sistema de megafonía había quedado inutilizado.
Sin confirmación de rescate no hay evacuación
A pesar de las circunstancias extremas el capitán siguió sin dar la orden de evacuación de los pasajeros al no obtener la confirmación de que éstos iban a ser inmediatamente rescatados en caso de salir al exterior, según la transcripción.
Casi media hora después de que el »Sewol» hubiera lanzado su primer aviso de auxilio, un controlador pedía que por favor se hiciera salir a los pasajeros. «Salga, haga que los pasajeros se coloquen los salvavidas y se vistan con más ropa». Un miembro de la tripulación que no se ha identificado seguía insistiendo: «Si el ferry evacúa a los pasajeros, ¿podrán rescatarlos?». La respuesta simplemente fue: «Al menos oblíguelos a ponerse el flotador y que escapen».
La máxima autoridad del buque, que el viernes prestó declaración tras su arresto, confesó que tenía miedo de que los pasajeros murieran arrastrados por el viento, las fuertes olas y las corrientes marinas en caso de evacuarlos antes de la llegada de los equipos de rescate. Sin embargo, su decisión provocó que la mayoría quedaran atrapados dentro del barco, lo que elevó la cifra de muertos y desaparecidos a más de 300.
En cuanto a los botes de emergencia, se reveló que los tripulantes no fueron capaces de desplegarlos debido a la rápida inclinación del ferry. Las comunicaciones entre el »Sewol» y la torre de control finalizaron a las 09:38, un minuto después de que el capitán confirmara que dio finalmente la orden de evacuación, aunque demasiado tarde como para permitir a la mayoría ponerse a salvo.
Detención de responsables
El capitán, Lee Joon-seok, de 69 años, junto a otros miembros de la tripulación, abandonó presuntamente el barco antes que la mayoría de los pasajeros, por lo que ha sido detenido y se le acusa de descuidar la seguridad de éstos. Este lunes otros cuatro tripulantes también han sido detenidos por abandonar el barco y violar la ley de seguridad y rescate en el mar.
De las 477 personas que viajaban en el »Sewol», entre los que se encontraban 325 estudiantes de entre 16 y 17 años, sólo se han podido salvar 179 vidas, 64 han sido confirmadas muertas y 238 siguen desaparecidas. Los buzos prosiguen sus labores para rescatar cuerpos del barco, mientras las posibilidades de hallar a alguien con vida son prácticamente nulas.