El caso de las tres chicas que han sido rescatadas vivas en Cleveland (Ohio) diez años después de haber sido secuestradas ha sacado a la luz otros casos que conmocionaron al mundo de secuestros de larga duración. Sin duda uno de los más escalofriantes fue el de Elisabeth Fritzl, la austríaca que estuvo encerrada 24 años en un zulo hecho por su propio padre y que tuvo siete hijos fruto de las violaciones a las que éste la sometía y al que se conoció como el mosntruo de Amstetten.
Pero no fue el único caso en Austria. En 2006, dos años antes de descubrirse los horrores de Amstetten, Natascha Kampusch logró escaparse de su encierro y contar al mundo lo que pasó. La joven, de 18 años, había sido raptada por Wolfgang Priklopil cuando sólo tenía 10 años. El mismo día en que logró escapar, su secuestrador se suicidó arrojándose a las vías del tren.
Por su parte, el de Cleveland no es el único secuestro de larga duración en Estados Unidos. El 27 de agosto de 2009, Jaycee Lee Dugard fue encontrada 18 años después de haber sido secuestrada a los 11 años de edad. Había estado todo ese tiempo en el jardín trasero de la casa de su captor, Phillip Garrido, quien tuvo dos hijos con ella.
Mientras, Elizabeth Smart tenía 14 años cuando fue raptada en plena noche de su habitación en su casa en junio de 2002, y repetidamente violada por un autodenominado profeta durante sus nueve meses de cautiverio. Fue rescatada a unos 30 kilómetros de su casa, y su secuestrador, Brian David Mitchell, sentenciado a cadena perpetua.
Precisamente Smart ha hablado esta mañana para el programa de la ABC Good Morning America y ha señalado que se alegra por la liberación de las tres chicas y las ha animado a que se centren en el futuro y no vuelvan a mirar atrás. Además, ha dicho que es importante que se respete la privacidad de las liberadas.
En junio de 2008, en Italia, cerca de Caserte, en la región de Nápoles, se descubiró otro caso terrible: Maria Monaco, de 47 años, fue rescatada por las autoridades después de haber permanecido 18 años encerrada por su familia en castigo por haber tenido un hijo fuera del matrimonio. Una llamada anónima logróel feliz deselance.
Marc Dutroux, el pederasta y asesino más salvaje
Otro caso que conmocionó al mundo por la atrocidad del secuestrador fue el del belga Marc Dutroux. Secuestrador, violador y asesino, dos de sus víctimas lograron ser rescatadas con vida de su cautiverio; sin embargo, otras cuatro no lo lograron. Fueron asesinadas o murieron de hambre abandonadas por Dutroux y su mujer, que fue su cómplice.
Aquel 13 de agosto de 1996 se destapó uno de los casos más escalofriantes en la historia negra de Bélgica, y se vio la cara de uno de los depredadores sexuales más crueles conocidos: Marc Dutroux. Aquel día, la Policía belga lo detuvo como sospechoso del secuestro de una niña de 14 años, Laetitia Delhez; una testigo había logrado reconstruir la matrícula del sospechoso, que se había llevado a la niña cuatro días antes.
Junto a Marc fue detenida su ahora exmujer, Michelle Martin, como presunta cómplice. Dos días después, el matrimonio confesó lo más terrorífico a lo que la Policía se había enfrentado hasta entonces. El caso de un pederasta y asesino que contaba con la complicidad de su mujer para cometer sus fechorías. Así, el 15 de agosto, y por indicaciones del propio Dutroux, la Policía accedió a la mazmorra, construida en su propia casa, en la que tenía encerradas a dos chicas, Sabine Dardenne, de 12 años, y la propia Laetitia.
Sabine había desaparecido de su casa el 28 de mayo de aquel año. Desde entonces, Marc y su mujer la habían tenido encadenada y desnuda, y él había abusado sexualmente de ella de todas la manera más salvaje desde el primer día. Le había dicho que estaba retenida por orden de un jefe suyo que era un mafioso, y que en realidad él estaba cuidando de ella. Además, la convenció de que sus padres se negaban a pagar el rescate exigido, y que por ello no la liberaba.
Cuando ella le dijo que por favor necesitaba compañía, Marc no dudó en secuestrar a Laetitia, a la que también sometió a sus deseos.
Pero la policía no sólo se enfrentó a la terrorífica historia de estas dos niñas. También se supo que había secuestrado, violado y matado a otras cuatro. An Marchal, de 17 años, y Eefje Lambrecks, de 19, habían sido secuestradas por Dutroux durante una excursión de su centro educativo, y fueron asesinadas pro el pederasta al intentar escapar de su cautiverio.
Los cadáveres de las pequeñas Julie Lejeune y Melissa Russo, ambas de 8 años, fueron encontradas en unos terrenos propiedad de Dutroux, después de ser detenido. Durante su cautiverio, Marc fue detenido y encarcelado, y su mujer Michelle, aún a sabiendas de que las niñas estaban atrapadas, no acudió en su ayuda, de modo que las pequeñas acabaron muriendo de hambre y de sed.
Dutroux fue condenado a cadena perpetua, y su mujer a 30 años de prisión. Fue su cómplice en las fechorías; ahora, «su culpabilidad la acompañará a la tumba, pero no puede cambiar lo que hizo, sólo puede intentar redimirse», tal y como ha asegurado la corte penal. «Creemos que esperar lo mejor de ella no es irresponsable por nuestra parte», concluyen.