Alfonso Basterra, padre de la pequeña Asunta hallada asesinada en una carretera en Santiago hace poco más de un mes, ha roto su silencio por fin y ha concedido una entrevista a un compañero de El Correo Gallego.
Basterra vive en prisión desde hace unas semanas, en el módulo de enfermería en el sistema de prevención antisuicidios. Asegura que los días en el cuartel de la Guardia Civil, antes de ser internado en la cárcel, fueron los peores momentos. El padre de la pequeña asegura que «voy tirando. Lógicamente desearía estar fuero, pero no estoy mal. En el módulo de enfermería no se vive mal, es un destino muy deseado por los internos. Los baños están fuera de las celdas y hay intimidad, me llevo muy bien con los compañeros».
Añade que con los funcionarios no ha tenido ningún problema y que son muy correctos. «Vemos la televisión… Para que te hagas una idea, esto es como un hostal barato. Mucho peor fueron los dos días que pasé en el cuartel de la Guardia Civil. Aquello sí que era para salir corriendo. Un espacio minúsculo, un catre, una manta y se acabó. Me repungnan muchas cosas que han ocurrido, que he sufrido, como toda esa gente indeseable que me concentró en la calle para gritarme asesino, asesino. No soporto recordarlo. Por esas personas y por algunas que salen en la tele y en algunos medios hablando de mí como si me conocieran a fondo, como si supieran algo de mi vida. Pero si no tienen ni idea… Qué locura.»
El padre de la pequeña Asunta cuenta que se lleva muy bien con los presos y que le ayudan mucho. «Hay gente de todo tipo. Independientemente de lo que hayan hecho, la verdad es que en el fondo, la mayoría son muy normales, como cualquiera, y me han apoyado mucho. Yo no soy nadie para juzgarles, me niego a hacerlo. Me dicen constantemente: »pero tío, ¿tú que haces aquí? Contigo se han confundido, seguro». Me animan diciendo que la labor de los fiscales es acusar y que al final todo acabará arreglándose.»
Alfonso Basterra explica que pasa casi to el día en pijama, excepto cuando tiene alguna visita de su abogada y que lee mucho. Cuenta que la biblioteca de la prisión no está mal y que pasea de vez en cuando en un espacio en el exterior que tienen, que no es el patio.
Basterra también ha negado al periodista de El correo Gallego que él suministrara en algún momento el orfidal a su hija y se ha proclam,ado inocente, además de asegurar que saldrá de la cárcel con la cabeza muy alta «porque no he hecho nada».