Comienza este lunes un nuevo juicio contra Amanda Knox y su exnovio Raffaele Sollecito como sospechosos del el asesinato de la joven que estaba de Erasmus en Italia, Meredith Kercher. Esta repetición del proceso de la Justicia italiana que arranca en un tribunal de Florencia, podría empezar sin la presencia de Knox, que no está legalmente obligada a presentarse y puede ser representada por sus abogados.
Como ya adelantó la joven estadounidense hace unos días en una entrevista a la cadena CNN, es posible que la sospechosa se quede en su casa en Seattle. Sin embargo, existe una remota posibilidad de que Knox fuera extraditada y encarcelada en el país transalpino en el caso de ser encontrada culpable.
Tanto Knox como su exnovio Sollecito han llegado a cumplir cuatro años de cárcel por el asesinato de su compañera de piso, cuyo cuerpo semidesnudo fue encontrado en medio de un charco de sangre en la casa que compartía con la estudiante estadounidense.
Después de una apelación, Knox y su exnovio italiano Raffaele Sollecito fueron absueltos en 2011 del crimen, atribuido a un juego sexual que terminó mal.
Knox regresó a su casa cerca de la noroccidental ciudad estadounidense de Seattle. «Ella no volverá a Italia para el nuevo juicio», dijo su abogado David Marriott a la AFP.
En marzo último, el más alto tribunal de apelaciones de Italia revocó la absolución y ordenó que un nuevo juicio tenga lugar ante una corte de apelaciones de la ciudad de Florencia, mencionando «numerosos ejemplos de deficiencias, contradicciones e incoherencias» en la sentencia original.
La única persona actualmente tras las rejas por el asesinato es Rudy Guede, un vagabundo local nacido en Costa de Marfil que cumple una condena a 16 años de prisión tras ser juzgado por separado y declarado culpable de asesinato y agresión sexual.
Basados en la evidencia física, los fiscales afirman que el asesinato podría haber sido cometido por más de una persona.
Tiene miedo de volver a Italia
Amanda Knox ya comenzó a romper su silencio en entrevistas a golpe de publicidad del libro de sus memorias, que acaba de ser publicado, y en el que ha dado detalles de los cuatro años que pasó encarcelada en Italia después de haber sido juzgada y condenada por la muerte de la erasmus Meredith Kercher, su compañera de piso, en noviembre de 2007 en Perugia.
Ahora ha sido en la cadena CNN donde Amanda se ha sincerado al hablar de sus miedos a volver a Italia. Y es que el pasado mes de marzo, la justicia italiana decidió anular la sentencia de absolución que le valió a Amanda Knox y a su exnovio Rafaelle Sollecito la libertad durante el juicio de apelación, y ordenó que se vuelva a repetir la vista.
«Tengo miedo de volver a Italia», ha señalado la joven, aunque sin embargo no ha descartado la posibilidad. «En Italia la gente piensa que soy una arrogante al escribir un libro y defenderme a mí misma. Pero tengo todo el derecho a defenderme. Aunque al mismo tiempo quiero demostrarles que me preocupa lo que está pasando», ha dicho.
«Es increíble que a pesar de que no hay ni una evidencia que me implique en el crimen, todavía sea juzgada en función de unas sospechas irreales de cómo una mujer joven reacciona ante una situación horrible. Nadie sabe cómo va a reaccionar ante una situación horrible hasta que no le pasa».
Ante las críticas sobre su frialdad después de la muerte de su compañera de piso, Amanda se defiende: «He llorado. He estado enfadada. He estado asustada». Ahora, sigue defendiendo su inocencia: «No hay ninguna evidencia contra mí. No estaba presente en la escena del crimen, no hay nada que me implique».
Asimismo, Amanda señala que las teorías de la Policía y de los jueces acerca de que estaba participando en un juego sexual que acabó en tragedia son «absurdas. Nunca he estado atada con una correa de cuero ni he llevado un látigo. Nunca he participado en una orgía. Nadie ha dicho nunca que yo participara en actividades sexuales desviadas. Ninguno de mis compañeros de piso ni ninguno de mis amigos. Estas cosas sólo vienen de la acusación«.