Siguiendo los pasos habituales en un proceso como este, la Corte de Apelación italiana en la que, este pasado mes de octubre, se llevó a cabo el segundo juicio contra Amanda Knox y Raffaele Sollecito por la muerte de la estudiante Meredith Kercher, ha hecho pública la »motivazione» o los textos oficiales en los que se da razón de su sentencia, que fue absolutoria.
Así, el texto señala que no había ni una sola prueba que pudiera llevar a una condena a los jóvenes. Cabe recordar que Knox y el que en el momento de los hechos era su novio, Raffaele, ya fueron condenados en el año 2009 a 26 y 25 años de prisión respectivamente. Sin embargo, durante el juicio de apelación el tribunal entendió que las purebas no podían llevar a una condena, y ambos quedaron absueltos. Bien es cierto que poco después el presidente del Tribunal aseguró no poder afirmar con rotundidad que Amanda era inocente, sino que, en base a las pruebas presentadas en el jucio, no había nada que evidenciara su culpabilidad.
Ahora, el texto también recoge que, «incluso tomadas todas juntas, no hay pruebas en modo alguno de la culpabilidad de Amanda Knox y Raffaele Sollecito. A partir de este momento, se puede de nuevo apelar esta sentencia. De admitirse, simplemente se trataría de algo más técnico que no requeriría que Amanda regresara a Italia desde Estados Unidos.
La apelación se basó en la falta de consistencia de las pruebas de ADN en base a las cuales se condenó a Amanda y Raffaele en 2009. En concretop, se hacía referencia al ADN que se halló en el cuchillo de cocina con el que se mató a Meredith y en los restos de sangre encontrados en el broche del sujetador de la víctima.