No es la primera vez que se investiga sobre los potenciales efectos beneficiosos del veneno de las serpientes. Pero en esta ocasión se trata del análisis de un veneno que puede matar al hombre en menos de media hora. Lo inocula la mamba negra, la serpiente más peligrosa de África, que sin embargo contiene dos proteínas que son capaces de bloquear el dolor de una forma tan efectiva como la morfina.
Un equipo de investigadores del Instituto de Farmacología Molecular y Celular de Valbonne, en Francia, han sido los que han llevado a cabo la identificación de estas dos proteínas después de probar cerca de 50 venenos diferentes de animales. Sus resultados se han recogido en un estudio publicado en Nature. Tal y como reconoce Eric Lingueglia, uno de los autores del estudio, «es importante tratar de desarrollar drogas que puedan tener acciones complementarias o diferenciadas».
Así, los científicos descubrieron que los ratones a lso que se les inyectaron estas proteínas eran capaces de soportar el agua caliente en la cola y en las patas durante el doble de tiempo que los animales que no habían sido tratadas con ellas. Una de las novedades de esta investigación es que, aparentemente, los efectos secundarios que causa la morfina no se han detectado en los ratones tratados con el veneno de la mamba negra.
La mamba negra es además una de las serpientes más rápidas del mundo: es capaz de moverse a una velocidad de 16 a 20 km/h. Puede alcanzar una longitud de 4,5 metros.