El sedentarismo se puede definir como la falta de actividad física regular. Los expertos consideran que una persona es sedentaria si hace menos de 30 minutos diarios de ejercicio y menos de tres días a la semana.
La Organización Mundial de la salud (OMS) la realización de actividad física de una forma regular reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular, reduce hasta en un 50% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II o cáncer de colon. Además, según la OMS, la actividad física regular ayuda a prevenir la hipertensión arterial y también ayuda a prevenir la aparición de la osteoporosis, disminuyendo hasta en un 50% el riesgo de sufrir una fractura de cadera. Evidentemente la OMS también señala que la actividad física ayuda a controlar el peso y el riesgo de obesidad.
Según la European Heart Network, España es un país con un elevado índice de sedentarismo, casi el 42% de la población mayor de 18 años, lo que supone aproximadamente 20 millones de personas. Este 42% de sedentarismo coloca a España en el cuarto país más sedentario de Europa junto a Portugal con el 55%, Bulgaria con el 58% y Grecia con 67% todos ellos muy lejos de países del norte de Europa como Suecia o Finlandia, el sedentarismo no llega al 7%.
Según algunos cálculos, el coste económico de la inactividad física. Como ejemplo el dato de reducción de productividad por la incidencia de enfermedades motivadas por sedentarismo se calcula que le cuesta a España aproximadamente 2.500 millones de euros al año.
Un estudio publicado no hace demasiado tiempo en la prestigiosa revista Journal of the National Cancer Institute, sugirió que por cada dos horas adicionales de inactividad durante la jornada aumentan un 10 por ciento las posibilidades de desarrollar cáncer de endometrio, un 8 por ciento las de sufrir cáncer intestinal y un 6 por ciento cáncer de pulmón.
La verdad que la prevención del sedentarismo no es complicada. Simplemente andar 30 minutos al día a paso moderado y posteriormente aumentar hasta una hora es una buena medida para mejor el tiempo que dedicamos a realizar diariamente actividad física.
Dice la historia que en Jordania se ha encontrado unas pruebas que datan más de 11.000 años que sugieren que el sedentarismo comenzó en el periodo neolítico cuando antepasados fueron dejando la caza y el nomadismo como modo principal de vida. Un ejemplo muy gráfico de cómo el sedentarismo afecta al desarrollo de enfermedades es el caso de los indios Pima y la diabetes mellitus. En su origen, los indios Pima vivían en lo que hoy es la frontera entre México y los Estados Unidos de América. En un momento de su historia, estos indios se dividieron en dos poblaciones. Una se dirigió al estado de Arizona y se localizaron cerca del río Gila, mientras que la otra parte de la tribu permaneció en México. Los indios Pima que quedaron establecidos en México, siguieron sus tradiciones y se dedicaron a la caza y al cultivo para vivir, lo que les suponía la realización de actividad física continuada. Sin embargo, los indios Pima que migraron a Estados Unidos, comenzaron a reducir su actividad física de forma importante ya que realizaban trabajos de oficina u otros en los que no se requería una gran actividad física. Evidentemente también modificaron sus hábitos alimenticios. El hecho cierto fue que pasado un tiempo, se evidenció que la parte de los indios Pima que se habían establecido en Arizona, desarrollaron obesidad y diabetes mellitus, mientras los establecidos en México no.
Ira Hayes era un indio Pima, y se hizo conocido al ser uno de los seis soldados que levantaron la bandera de Estados Unidos cuando los marines tomaron el monte Suribachi durante la batalla de Iwo Jima en la Segunda Guerra Mundial.