La molécula, que ha sido bautizada como »baringolina», ha sido aislado por la empresa farmacéutica BioMar, a partir de muestras halladas en las costas de Alicante y demuestra una «actividad antibótica prometedora» en concentraciones muy bajas, ha indicado el IRB en un comunicado.
Los investigadores del centro han logrado reproducirla en el laboratorio y han certificado su estructura, en un artículo publicado en la revista »Angewandte Chemie», unos resultados que abren la puerta a conocer mejor cómo actúa y a desarrollar derivados que puedan transformarse en un fármaco viable a diez años vista.
«Es una sustancia con 128 posibles estructuras configuracionales pero solo una es exacta a la natural. La hemos conseguido reproducir con 39 pasos de síntesis», ha explicado el investigador del IRB Xavier Just-Baringo, que ha dedicado cuatro años de investigación a la sustancia.
A partir de una colaboración con el Departamento de Farmacología del Hospital Clínic de Barcelona, el equipo del IRB ensayará ahora los efectos de la baringolina en cuatro cepas de bacterias.