Alonso ha presentado este jueves en el Ministerio este documento que, por primera vez, aborda a nivel estatal los problemas a los se enfrentan las personas con esta enfermedad y sus familias, y plantea 15 líneas estratégicas que, en el plazo de un año, han de reflejarse en un Plan de Acción donde se establecerán medidas y acciones concretas.
Durante la primera etapa vital, la línea estratégica más importante es la detección temprana ya que afecta al neurodesarrollo desde las etapas prenatales y es posible diagnosticarlos hacia los 2 años. Sin embargo, tanto España como la mayoría de los países europeos tienen dificultades para hacer un diagnóstico temprano, aspecto que es necesario mejorar y que es uno de los principales objetivos que establece la estrategia.
Durante la escolarización, la educación inclusiva es la principal estrategia para garantizar la mejor calidad de vida a las personas con autismo, explica Sanidad, que para conseguirlo se ha de promover la especialización, innovación y flexibilización de las modalidades de escolarización a lo largo de todas las etapas de la vida.
Y con la llegada a la vida adulta, los afectados se enfrentan a dificultades para acceder o mantener un empleo. Por ello, la estrategia persigue proteger el derecho de las personas con TEA a la vida independiente, la autonomía, la igualdad y la accesibilidad. También el empleo, para lo que la estrategia propone fomentar apoyos al trabajador con TEA y a los empleadores.
Asimismo, para mejorar el grado de conocimiento de la sociedad sobre el trastorno, la estrategia se marca también como objetivo el fomento de campañas de concienciación y facilitar el acceso a información fiable.