La piel es un órgano que envuelve todo nuestro cuerpo. La piel de cada uno de nosotros pesa alrededor de 4 kilos y ocupa una superficie de aproximadamente 2 m2.
La piel como órgano tiene diferentes funciones pero quizás hay tres más importantes: La primera es la de protección. La piel nos protege de las agresiones externas que el organismo pueda recibir como son de ataques bacterianos o químicos como podría ser la propia luz ultravioleta del Sol. La segunda función de la piel es la de transmisión. Transmisión porque transmite información entre el exterior y el interior del organismo. Ya hemos hablado en otros artículos de esta misma serie en Teinteresa que la piel está llena de receptores especializados que informan al organismo desde la temperatura, dolor o estímulos táctiles como puede ser la rugosidad de las superficies que tocamos etc….. Finalmente la tercera función de la piel es la función de intercambio. A través de la piel se produce el intercambio de sustancias entre el interior y el exterior del organismo. Por ejemplo para la eliminación del calor, se produce el sudor que sirve además de para controlar la temperatura corporal para eliminar toxinas. Del sudor hablaremos en otro de estos artículos la importancia grande para el organismo. También mediante la función del intercambio se genera vitamina D, molécula esencial para los huesos ero también se comienza a conocer que tiene otras muy importantes funciones incluida la protección del sistema cardiovascular.
La superficie que llamamos piel está en realidad formada por tres capas diferenciadas. La primera es la epidermis, la capa mas externa. La epidermis está formada de unas células que se llaman queratinocitos. Como su nombre indica estas células producen queratina que su papel principal es la de protección. En la epidermis existen también otras células como son los melanocitos. Los melanocitos nos proporcionan protección natural fundamentalmente contra los rayos solares y son los responsables de la pigmentación de la piel.
Después de la epidermis encontraríamos la dermis. La dermis es la zona de la piel donde se encuentran los vasos sanguíneos que la irrigan y que envían a esta oxígeno y nutrientes. También en la dermis hay células del sistema inmune, receptores sensoriales y fibras de colágeno y elastina. Estas fibras de colágeno y elastina hacen que la piel sea flexible y tenga fortaleza.
La capa más interna de la piel se la conoce por el nombre de hipodermis. La hipodermis es un tejido realmente graso y es un depósito importante para la energía del organismo. Esta compuesto de unas células que acumulan grasa que se llaman adipocitos y de una serie de fibras que hacen la veces de una especie de andamiaje que se llama tejido conjuntivo. Además de la función de reservorio energético de grasa, la hipodermis también tiene funciones como aislante térmico e incluso para amortiguar impactos.
Ahora que ya conocemos algo más de la piel, me gustaría en las siguientes líneas contarles como los expertos han comenzado a debatir si la piel tiene memoria. Memoria para recordar de alguna manera exposiciones altas al Sol cuando éramos pequeños y que después traerán consecuencias posteriores a la edad adulta.
Según avanzamos en edad, dicen los estudiosos de este campo, que alrededor de 10-15 años, la gran atención que nuestros padres tienen en la protección de nuestra al piel al Sol va decayendo. La exposición no controlada al Sol en esas edades, con la producción de pequeñas quemaduras durante nuestra infancia, parece que ha quedado bien demostrado que puede traer en el futuro, en la edad adulta el desarrollo de melanomas. En la generación del melanoma se combinan dos factores. El primero factores de origen genético y el segundo factores ambientales siendo evidentemente el más crítico la exposición excesiva al Sol.
El melanoma es el tipo de cáncer de piel probablemente más agresivo. Con frecuencia el primer signo de un melanoma es un cambio de tamaño, forma, color o textura de un lunar. La mayoría de los melanomas tienen un área negra o negra azulada. Los lunares comunes pueden considerarse melanomas benignos de melanocitos. Los melanomas son tumores malignos de melanocitos.
En España el número de canceres de piel parece que está aumentando progresivamente. Este aumento supone según las últimas estadísticas casi de un 10% anual, lo que significa que hay una media de unos 3200 nuevos casos al año. En el resto de Europa, la incidencia del cáncer de piel esta disminuyendo.
Dice la historia que el cuidado de la piel ha sido una obsesión desde la antigüedad. En la antigua Roma, tanto hombres como mujeres cuidaban la piel. Sobre todo las mujeres de clases elevadas, intentaban conseguir una gran blancura de la piel ya que esta era rango de distinción. No hace muchos años se encontró en unas excavaciones romanas en Londres, un tarrito que contenía un producto que podríamos llamar maquillaje, proveniente del Siglo II. Este producto contenía tres ingredientes: lanolina, de la lana de oveja que servía de base para la mezcla, almidón que suaviza la piel y que actualmente se sigue utilizando en muchos productos para tal fin y estaño. El estaño era el producto que blanqueaba la piel. En el año 122 (Siglo II), el emperador romano Adriano llegó a Britania y comenzó a construir una muralla de 117 kilómetros de longitud que hoy conocemos como muralla de Adriano.