Los seres humanos no son capaces de enfrentarse a temperaturas muy cálidas, pues aumenta su irritabilidad, con un correspondiente incremento de la violencia. Así lo han confirmado los tres expertos estadounidenses autores del estudio «Quantifying the Influence of Climate on Human Conflict» publicado este jueves en la revista ´Science´.
Los resultados, que cubren todas las principales regiones del mundo con datos procedentes de Brasil, China, Alemania, Somalia o Estados Unidos, muestran patrones similares de conflictos vinculados al cambio climático, como el aumento de las sequías o el incremento de la temperatura media anual. Según los investigadores, pertenecientes a la Universidad de Berkeley y de Princeton, si el calentamiento de la tierra prosigue, se podrían generar consecuencias desastrosas.
Con la acumulación de más datos que otros estudios previos, los autores fueron capaces de demostrar que el clima de la Tierra desempeña un papel más influyente en los asuntos humanos de lo que se pensaba. Solomon Hsiang, principal autor del estudio advierte que «los efectos son suficientemente importantes para que nos los tomemos en serio y que nos preguntemos si lo que hacemos hoy tendrá influencia sobre el grado de violencia en el mundo de nuestros hijos mañana«.
Para llegar a la conclusión del vínculo entre las temperaturas más elevadas y el aumento de la violencia, los científicos realizaron un «metaestudio» partiendo de sesenta investigaciones que planteaban la misma pregunta en diversas disciplinas, como la arqueología, la climatología, las ciencias políticas y la economía.
Algunos ejemplos que expone esta investigación son los picos de la violencia doméstica en India y Australia, el aumento de agresiones y asesinatos en Estados Unidos y Tanzania, la violencia étnica en Europa y Asia del Sur, invasiones de tierras en Brasil, el uso de la fuerza de la policía en Holanda, los conflictos civiles en los trópicos, y hasta el colapso de los imperios mayas y chinos.
Una de las investigaciones ha revelado que la violencia de orden criminal: agresiones, muertes, violaciones o violencia doméstica, son más elevadas cuando la temperatura es más alta.
España es uno de los países donde se le da menor importancia al cambio global, junto con Suecia, Italia y Dinamarca, al contrario que en Polonia, cuyos ciudadanos piensan que está sobrevalorado.
Este nuevo estudio muestra que el cambio climático podría tener implicaciones importantes en el impacto futuro de las sociedades humanas, ya que muchos modelos climáticos globales proyectan un incremento de la temperatura global de por lo menos 2 grados centígrados durante el próximo medio siglo.
Para elaborar el análisis, se ha adoptado una definición amplia de los conflictos utilizando los métodos de investigación para examinar los aspectos del clima, como la lluvia, la sequía o la temperatura,
y su asociación con diversos formas de violencia.Los investigadores han tenido en cuenta cada una de las tres grandes categorías de conflictos: la violencia personal y el crimen, como asesinato, asalto, violación y violencia doméstica; la violencia intergrupal y la inestabilidad política, como guerras civiles, disturbios, violencia étnica e invasiones de tierras; y alteraciones institucionales, como cambios en las instituciones de gobierno o el colapso de civilizaciones enteras.
Los científicos determinaron que los tres tipos de conflicto muestran respuestas sistemáticas a los cambios en el clima, marcando la mayor correlación porcentual sobre el conflicto intergrupal.
Cuanto más calor, más violencia se registra
Además, según recogieron 27 estudios, aquellas zonas con temperaturas más altas registraban un mayor nivel de violencia, medido en términos de desviación estándar.
«Un solo turno de desviación estándar hacia condiciones más cálidas hace que la probabilidad de violencia personal aumente un 4 por ciento y el conflicto intergrupal crezca un 14 por ciento», dijo Marshall Burke, coautor principal del estudio y estudiante de doctorado en el Departamento de Agricultura y de Economía de los Recursos de Berkeley. «Para hacerse una idea de la escala, este tipo de cambio de temperatura es aproximadamente igual a calentar un país africano en 0,4 ° C durante todo un año o calentar un condado de Estados Unidos 3 ° C un mes. Estos son cambios moderados pero tienen un impacto considerable en las sociedades».
«A menudo pensamos en la sociedad moderna, en gran medida independiente del medio ambiente, debido a los avances tecnológicos, pero nuestros hallazgos desafían esa idea«, argumentó el coautor del estudio Edward Miguel, profesor de Medio Ambiente y Recursos Económicos de Oxfam y director del Centro para la Acción Global Eficaz (CEGA) de UC-Berkeley.
«En la actualidad, hay varias hipótesis que explican por qué el clima puede influir en el conflicto. Por ejemplo, sabemos que los cambios en la forma del clima prevalecen sobre las condiciones económicas, en particular en las economías agrarias, y los estudios sugieren que las personas son más propensas a tomar las armas cuando la economía se deteriora, tal vez en parte para mantener sus medios de subsistencia», explica Hsiang.
No obstante, Burke cree que es muy probable que haya múltiples mecanismos en juego, ya que ninguna teoría explica toda la evidencia. Si bien el estudio encuentra una fuerte evidencia de que los fenómenos climáticos pueden ser una causa de conflicto, los investigadores destacaron que no se señalan al clima como la única o principal causa de conflicto, advirtiendo de que las dinámicas de los conflictos son complejas y siguen siendo poco conocidas.