Según un comunicado de Isdin, el estudio ha evaluado que los niños reciben tres veces más de radiaciones ultravioletas que los adultos, y se estima que la exposición recibida durante la infancia es alrededor del 50% de la exposición recibida a lo largo de toda la vida.
Por ello, es aconsejable mejorar los hábitos solares, ya que los daños se acumulan de forman progresiva en la piel y ésta recuerda quemaduras, sobre todo las recibidas en la infancia hasta el punto de que el uso de fotoprotector durante los primeros 18 años de vida disminuye un 78% la probabilidad de desarrollar cáncer de piel, según la Fundación Cáncer de Piel.
El melanoma es el tipo de cáncer cutáneo más grave que existe, a diferencia de los cánceres de células basales o escamosas, que son los más frecuentes, y si bien el melanoma tiene un menor grado de incidencia que otros tipos de cáncer de piel, presenta un mayor índice de mortalidad y es el responsable del 75% de las muertes por cáncer de piel.