«Es muy habitual que un niño tenga fiebre. De hecho, es frecuente que una familia acuda a Urgencias porque su hijo tiene fiebre, sobre todo si es pequeño. Aunque en la mayoría de las veces a fiebre se debe a cuadros virales que cederán en dos o tres días, la familia acude preocupada ante la posibilidad de que su hijo tenga una enfermedad que pueda ser grave. Esto último es muy raro», ha aseverado el experto, en el marco de la XX Reunión Anual de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP).
Ahora bien, a pesar de la rareza, Mintegi ha reconocido que algunos pacientes tienen mayor riesgo de tener una infección grave, por lo que ha destacado la importancia de que el pediatra de Urgencias los identifique, a pesar de que cuando suelen acudir a estos servicios el cuadro no esté completamente establecido y no haya muchos síntomas.
Por ello, ha abogado por realizar algunos análisis de sangre, conocidos como reactantes de fase aguda o biomarcadores. «Es un paso necesario en el tratamiento de los niños con fiebre para ser más precisos en el diagnóstico», ha comentado, para informar de que en los últimos años la investigación en biomarcadores en niños con fiebre ha evolucionado de manera sustancial, lo que ha facilitado que actualmente haya herramientas que facilitan la identificación de niños con fiebre que pueden tener una enfermedad grave.