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Te presentamos algunas claves para que mejores tu descanso y consigas que tu día a día sea bastante más pleno. Sigue leyendo y descúbrelas.
Cambia de colchón
No cabe duda de que una de las causas que nos hacen dormir mal es que no disponemos de un colchón adecuado, algo que además puede producirnos dolores de espalda y cervicales e incluso provocarnos lesiones en el caso de que la situación se alargue en el tiempo más de lo necesario.
En consecuencia, te recomendamos que si tu colchón no es lo suficientemente bueno como para proporcionarte un buen descanso lo cambies cuanto antes y que, para informarte acerca de cuál es el mejor para tus necesidades, visites una web de expertos en el sector, como mejorcolchon.net, y puedas elegir el que solucionará todos tus problemas de sueño con toda la información en tu mano.
Haz de tu dormitorio un lugar cómodo
Tanto las temperaturas extremas como los ruidos o las luces son enemigos del descanso, motivo por el que el segundo consejo que queremos darte es que hagas de tu dormitorio un sitio en el que no pases ni calor ni frío, en el que no tengas que hacer frente a más ruidos de los necesarios y, por supuesto, en el que la oscuridad esté asegurada.
De esta forma, lograrás disfrutar de un ambiente lo suficientemente óptimo como para lograr que lo que realmente sea un desafío sea no poder descansar justo de la forma en la que mereces, algo que agradecerás todas las mañanas.
Normaliza tus horarios de sueño
Aparte de esto, una de las causas que dificultan nuestro descanso nocturno suele ser que no tenemos un horario fijo en el que acostarnos y levantarnos, algo que mantiene continuamente trastocado nuestro “metabolismo del sueño” y que dificulta de sobremanera que podamos dormir adecuadamente por las noches y rendir todo lo que podríamos durante el día.
Por consiguiente, nuestro tercer consejo no puede ser otro que no sea el que pase por establecer unas rutinas de sueño fijas y mantenerlas inalteradas en la medida de lo posible, pues de esta forma conseguiremos acostumbrar a nuestro organismo a descansar siempre un número adecuado de horas y poder disfrutar diariamente de toda nuestra energía.
Evita la cafeína por la noche
Como es sabido, la cafeína es un potente estimulante que puede servirnos de mucha ayuda en determinados momentos, como al comenzar el día o a la hora de llevar a cabo ciertas tareas, pero que también es contraproducente cuando necesitamos relajarnos, pues la energía que nos aporta dificulta que podamos hacerlo, al menos, con total normalidad.
Así pues, si lo que quieres es dormir bien olvídate de tomar café o cualquier otra bebida que contenga cafeína, al menos, durante las horas previas a acostarte, dado que ello eliminará de un plumazo muchas de las dificultades que te impiden descansar como deberías todas las noches.
Haz ejercicio con regularidad
Por otra parte, hacer ejercicio supone llegar a la noche lo suficientemente cansado como para que dormir sea el último de los problemas a los que tengamos que enfrentarnos, por lo que incorporar alguna práctica deportiva en nuestra rutina es una excelente forma de mantenernos saludables y de mejorar la calidad de nuestro descanso.
Sin embargo, no es menos cierto que hacer ejercicio supone que nuestro organismo descargue una serie de hormonas estimulantes, motivo por el que es conveniente evitar las prácticas deportivas durante las dos o tres horas de antes de acostarnos a la hora de lograr un descanso óptimo.
Evita las cenas copiosas
Del mismo modo, hay que tener en cuenta que las digestiones pesadas hacen más difícil que podamos descansar de una forma adecuada, así que lo más procedente es evitar las cenas pesadas y optar por meriendas livianas para lograr que la digestión haya concluido al acostarnos y poder dormir “a pierna suelta” durante toda la noche.